POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
En ocasiones la amistad con algunas personas o el cariño hacia determinadas ciudades o lugares, se adormece, queda en los sueños y recuerdos, así me había sucedido con Baeza.
Hay numerosas personas implicadas en reforzar los lazos de unión Baeza-Villanueva. No podemos olvidar que las monjas que llegaron para abrir el convento de las dominicas de Villanueva, en el año 1540 eran todas del convento baezano.
En la Universidad de Baeza, conceden licencia en Artes y Filosofía, con la imposición del birrete y toga azul a Domingo Pasano en 1621. Otro vecino que quiere partir a las Indias Diego Manrique, necesita el informe del Rector de la Universidad en 1686.
Situar en 1916, el encuentro de Machado y Lorca, la melodía al piano interpretada por Dª Reposo de Urquía, su amistad con Lorca, la dedicatoria del apartado a Baeza del libro Impresiones y Paisajes, las cartas que se escribieron… Hemos contado en distintas ocasiones que Dª Reposo, hija del Director del Instituto de Baeza, cuando llegó A. Machado, vivió durante varios años en la localidad villanovense.
La Matrícula de Honor concedida en la materia de Francés a D. Antonio Uceda por su profesor el poeta Antonio Machado.
Los viajes de los alumnos de la Academia de Villanueva para examinarse por libre, sus comentarios, sus miedos y sus éxitos, ante las notas que daban opciones para conseguir Beca de estudios.
Baeza es el recuerdo en los años 60 del examen de la Reválida de Bachillerato.
Pedro Antonio Torres, que dejó nuestra localidad para su traslado, con toda la familia, y trabaja como mancebo de la farmacia de D. Esteban; la Banda de Música de Baeza, que con el director Sr. de la Poza ofrecían sus conciertos en las ferias; la Orquesta Alcázar en las Verbenas; los hermanos gemelos, Pedro- trabajaba en el Banco Central de esta localidad, y Juan jugando en el CD. Villanueva y compartiendo nuestra amistad; de la parada obligatoria al regreso de Jaén, para dar reposo al coche tras la dura subida y reponer fuerzas en algunos de los excelentes bares.
Cuando algún acontecimiento había que celebrar, bodas, comuniones… era necesario visitas Parrilla Modas para vestirse.
El primer viaje con un coche 127 en una tarde lluviosa, su destino fuiste tú. Bajo los soportales nos paseamos lentamente.
Después algunas escapadas de fin de semana con la familia, para pasear por el Paseo de la Constitución, y algunas de tus calles; los viajes con los alumnos del Colegio para visitarte, conocerte y especialmente la Catedral.
Diego Orzáez, el amigo cronista con el que compartimos, congresos, intercambiando informaciones, y que nos dejó en el viaje eterno.
Las mejoras en las carreteras, que deben servir para unir, nos separaron; con la Autovía, que ya te dejó lejos del tráfico rodado.
En estos intercambios de personas, música, artistas y gastronomía, has recibido desde Villanueva la obra de arte para la eternidad de Felipe Herreros “La Gloria” para el techo del palio para la Cofradía “El Rescate”, un gran regalo de este artista que marcará la época. La Semana Santa intercambia música de las dos ciudades; el primer trono de El Resucitado se compró a una cofradía baezana; la custodia encargada y realizada el pasado Corpus, para Villanueva, tiene elementos comunes en el diseño de la joya sin igual baezana; el poema de Dª Nieves López, “Romance a la Custodia de Baeza”…
En este otoñal octubre hemos vuelto al reencuentro, he sido yo quien se ha acercado para abrazarte en silencio. Antes he apreciado los numerosos grupos con sus guías que llenaban y disfrutaban en todo tu recinto monumental.
El encuentro Nacional de Cronistas, con un grupo de amistad, y reencuentros, me ha traído junto a tu lado. La sabiduría y conocimiento de José Luis Chicharro, cronista de Baeza, que nos ha llenado a todos los visitantes, de su amor por ti, para disfrutar de todos los sentidos: La Catedral, el Ayuntamiento, el Palacio de Jabalquinto, la Iglesia de la Santa Cruz… han encendido el rescoldo de aquella amistad, que se reaviva, que espero sepa mantener y confirmar eternamente.