POR ANTONIO MARÍA GONZÁLEZ PADRÓN, CRONISTA OFICIAL DE TELDE (LAS PALMAS).
(A la memoria de imperecedera de don Domingo Pérez Moreno).
Era sábado por la tarde, el niño que frisaba los nueve años corrió escaleras abajo y entró en el comercio familiar. Lo primero que se le ocurrió fue mostrar su disposición a ayudar al empleado más antiguo de la casa…