POR ANTONIO MARÍA GONZALEZ PADRÓN, CRONISTA OFICIAL DE TELDE (LAS PALMAS).
A ciencia cierta no podría decir cuando vi por primera vez un girasol. Creo que fue en una escena de cine hollywoodiense cuando observé un campo alfombrado de grandes flores amarillas y, en medio de ellas, algunos tallos y hojas verdinosas. El sol lucía en lo alto y hacia él miraban las grandes tortas de profundo gualda.