EL ACTO, QUE PRESENTÓ EL CRONISTA OFICIAL DE GRADO, GUSTAVO ADOLFO FERNÁNDEZ, FUE CERRADO POR LA ALCALDESA EN FUNCIONES, MARTA PRAVIA
«Sumamos dos premiados a la familia de los ‘Moscones de Oro’, muy representativos en estos momentos porque uno se encarga de cuidar de la salud del planeta y el otro cuida la salud de las personas». Así resumió el presidente de la asociación «Amigos de Grado», Claudio Menéndez de la Riera, a los galardonados con el «Moscón de Oro», el naturalista Joaquín Araújo Ponciano en categoría nacional-internacional y los residentes, trabajadores y familiares de la residencia pública de Grado en la sección local. El director del equipamiento, Carlos Briansó, recogió el premio pero llamó al escenario a sus compañeras. Una ceremonia en la capilla de Los Dolores en la que también se celebró el trigésimo aniversario del colectivo.
La vigésima octava edición estuvo marcada por la pandemia del covid-19 y por unos discursos muy emotivos teniendo muy presente la reciente tragedia vivida en la residencia de ancianos de la villa moscona al comienzo de la crisis sanitaria. El naturalista Araújo hizo un bravo alegato en favor de la ecología y contra «el virus de las mentiras». Fue la salud, sin lugar a dudas, el hilo conductor de la entrega de los «Moscones de Oro».
«Creador de bosques». Así definió el biólogo y miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), Víctor Manuel Vázquez, a su amigo Araújo, premio Global 500 de la ONU y coautor de la Enciclopedia de Fauna Ibérica junto con Félix Rodríguez de la Fuente. Le valoró por su honestidad, su alto concepto de la hermandad y su hospitalidad y generosidad: «Cada día que estás con él se expande como si del Universo se tratara».
Araújo dio un vibrante discurso en favor de la defensa de la naturaleza como garante de la continuidad de la vida: «Lo más preciado que tenemos los seres humanos y que con más empeño hemos carcomido es la salud, es la que permite ser y estar sano en este mundo». También alertó del peligro de las mentiras porque «la verdad es un bosque siberiano ardiendo, un mar asfixiado de plásticos y la gran extinción de la vida». Y culpó al poder que «gobierna a golpe de mentira, son los que dan prioridad a cualquier brizna de acumulación. Caiga quien caiga». Además, Araújo dijo sentirse conmovido por el verde de Asturias, «la gran dádiva de la vida y más en esta tierra que tiene muchas ‘verdades’ en libertad».
La consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, intervino en dos ocasiones. Para inaugurar el acto, con palabras también para Araújo, a quien aseguró que en Asturias «tenemos un patrimonio natural que no estamos dispuestos a dilapidar». Y para glosar a la residencia. Recordó los momentos más duros vividos en marzo y abril «con semejante virulencia en esa casa». Álvarez puso a la residencia como ejemplo «porque en la tragedia, lejos de abandonar el barco, enfrentaron el virus cumpliendo con las recomendaciones médicas». Un «espíritu moscón» que espera que sirva para volver a plantar cara al covid-19 en la segunda ola.
El director de la residencia subió a sus compañeras al escenario para recoger el premio en un momento muy emocionante. «Aprendimos con dudas, seguimos aprendiendo, hicimos y hacemos lo que había que hacer y se nos da un premio», dijo Briansó, quien reconoció sentir un «grandísimo pudor» por la concesión del «Moscón de Oro». Valoró el apoyo de la sociedad moscona durante la crisis sanitaria. Un equipamiento abierto en 1994 gracias a la movilización de asociaciones y colectivos, años en los que su deseo siempre ha sido «tener un hueco en la villa».
Recibieron el «Moscón de Oro», el diploma y una escultura del pintor de Grado, Amado González Hevia «Favila», presente en la ceremonia y también galardonado con el premio en 2005. Son ya 28 ediciones y 30 años de asociacionismo en «Amigos de Grado». Una efeméride que esperan celebrar con los moscones cuando termine la pandemia.
Un trigésimo aniversario que fue destacado por el director de LA NUEVA ESPAÑA, Gonzalo Martínez Peón, quien señaló que, más allá de los logros y actos llevados a cabo por «Amigos de Grado» en los últimos treinta años, su esencia está en su propio nombre, amigos. También subrayó el desarrollo de la asociación, siendo «un movimiento social abierto y sin sectarismos, donde la amistad ha superado todos los obstáculos y con más fuerzas para trabajar que nunca».
El acto, que presentó el cronista oficial de Grado, Gustavo Adolfo Fernández, fue cerrado por la Alcaldesa en funciones, Marta Pravia, quien se emocionó en varias ocasiones al recordar «a los que más sufrieron y lucharon en la pandemia en el concejo». Si bien, abogó por continuar con fuerza «porque sólo protegiéndonos lograremos que las residencias sean lo que deben ser». De ahí que el dolor de las familias y el esfuerzo de los trabajadores deben servir para esforzarse y hacer de Grado un lugar seguro».
Los «Moscones de Oro» 2020 pusieron la salud, la del medio ambiente y las personas, como valores sociales para Grado.
Fuente: https://www.lne.es/ – Sara Arias