POR JOSÉ MANUEL TROYANO VIEDMA. CRONISTA OFICIAL DE LAS VILLAS DE BEDMAR Y GARCIEZ (JAEN)
El primer dato sobre la existencia de morales en el Valle del Río Cuadros lo descubrimos en el siglo XIV, pues el seis de febrero de 1338, se produjo la Carta de Compraventa del castillo, villa y término de Albanchez, por el Concejo de Úbeda a Ruy Fernández de Jódar o de Jaén: “… el cual es sobre el Val de Bedmar e que es allende de Ximena e San Esteban e sobre el Río de Garciez el cual castillo fue de Ximén Pérez, e este dicho castillo vendemos en nombre o en voz del dicho Ruy Fernández e con su mandado por el poder que de él tenemos a vos el Concejo de Úbeda, así a los que ahora sois presentes como a los que son por venir e vendemos a vos lo así en lo alto como lo baxo, con entradas e con salidas e con campos e con vinnas, con sierras e con yermo e poblado e exidos e villariegos e solares e con todos sus derechos e con salinas e con fornos para pan cocer e con molinos, así de moler pan, como de aceyte e así las casas e la puebla que está hecha como la que se hiciere de aquí adelante e con morales e con allozares e con pinares e con zumacares e con figuerales e con todos los otros árboles que hoy son e con todos sus términos, así como parte con Torres e con Chaosín e con Cuadros e con Bedmar e con Ximena e con San Estevan y con Garciez e con Bexic e con Huelma e con todos sus derechos e sus pertenecías, entradas e salidas, según le pertenecen al dicho castillo, así como mejor e más cumplidamente las hubo y las debe de haber de hecho e de derecho...”. Carta de compra ésta que fue Confirmada en Guadalajara el 18/IX/1338 por el rey Alfonso XI de la compra del castillo de Albanchez (1).
Debido a sus numerosas plantaciones de moreras en los términos de Bedmar y de Garciez, la llegada de losmoriscos fueron los impulsores del desarrollo del cultivo de las moreras y de la manufactura de la seda, tras la rebelión de los Moriscos de Granada y su posterior expulsión del reino en 1568.Según el Censo Eclesiástico de 1581 en la Comarca de Sierra Mágina, los Moriscos, provenientes de las comarcas granadinas de Las Alpujarras y de Guadix (2), se distribuían por poblaciones de la siguiente manera: A Bedmar, llegaron 140 y a Garciez, 60.
En las Relaciones Topográficas que ordenó realizar Felipe II en 1575, los vecinos de la villa de Bedmar: D. Francisco Blanco “El Viejo” y D. Pedro de la Parra, en la sede del Cabildo Municipal, el 11/XII/1575, dijeron lo que sigue con respecto a la calidad de las tierras, su abundancia de agua y las producciones hortícolas y ganaderas de la villa y término de Bedmar: “… Cógeselino, cáñamoen mucha cantidad, de seda toda de moral, e trigoecebadamás de lo que para sustento de esta villa es menester…e azeyte cantidad para proveer esta villa y sobra ordinariamente harto. El vino es de poca fuerça y el azeyte el mejor de la comarca y que mejor se venda”.
Por causa de los años calamitosos que había sufrido la villa de Bedmar entre 1670 y 1684 (3), se realizó un Informe, en el cual el Síndico personero, D. SALVADOR DE VIEDMA declaró bajo juramento de manera general: “que por el año de (16)80 hubo un temblor de tierra que derribó muchas casas y edificios y otras las dejó cascadas de manera que el año siguiente de (16)84, que fue el año de las Aguas que fueron tantas que con lo quebrantado que tenía dichas casas del temblor de tierra y las dichas aguas que cayeron que arruinaron toda la más parte de la villa, pues hay Barrios, sumamente arruinados y despoblados y así mismo como las dichas aguas fueron causa que el Río de esta villa y los Barrancos que a él acuden hicieron de daño en las Huertas de dicho río, más de 50.000 ducados, dejando las tierras inútiles y pedregosas Y Lo peor que se llevó los más de los morales de dicho río por ser su plantío de dichos árboles contiguamente cerca de la orilla del río en todas las huertas…”
Entre 1715 y 1743 la finca de la Mahoma, con su alberca con agua, se arrendaba a agricultores de Bedmar desde 1715. En 1737 fue arrendada por el administrador, Sr. Villarreal, por un periodo de tiempo de 9 años a razón de 300 reales/año, aunque “del trato quedaron fuera los morales que se los reservaba el señor y marqués de la villa”. En 1743 la huerta se arrendaba por seis años, “de san Miguel a San Miguel” a razón de 900 reales de vellón al año y que en 1784 se seguía arrendando aún por un importe de 1.000 reales de vellón al año. Sobre los contratos de arrendamiento en Bedmar a comienzos del S. XVIII, decir que en ellos encontramos noticias sobre las labores de las Huertas de esta villa y lo primero que nos llamó la atención fue la abundancia de Morales y Moreras para la cría del Gusano de Seda, actividad muy importante en la economía bedmarense desde la Edad Media. En ocasiones los morales se los reservaba el propietario, como acabamos de ver, y solamente arrendaba la tierra y los frutales, sobre los que habría de realizar el arrendador las siguientes labores: cavar, labrar, apozar y regar los árboles y cuando estos tuvieran fruto habría de apuntalarlos para que las ramas no se desgajaran o «ejarraran«. En ocasiones se menciona la obligación de estercolar y escamojar los árboles y normalmente no se habla de descuentos por esterilidad, quizás por pagarse la renta en dinero. Entre otras labores parejas al trabajo de las Huertas se destacan el cercado, la limpieza de arroyos, fuentes, «madres» y nacimientos, así como el hacer una presa en el río de Cuadros/Bedmar que facilitase el riego de las mismas.
La villa y término de Bedmar en 1751 contaba con 390 vecinos, incluidos los vecinos antes mencionados, –(unos 1.800 habitantes aproximadamente)- que vivían en 379 viviendas, incluido el Castillo del Mirador, y de las que 3 eran inhabitables y 79 estaban en estado ruinoso. Era propiedad del Cabildo Municipal, la Casa Ayuntamiento con su Sala Capitular baja y en alto el Pósito; la Casa de la Carnicería en la Plaza y la Cárcel en el mismo lugar, con dos portales y un calabozo. Los ingresos municipales eran de unos 2.000 reales y los gastos del Municipio se ajustaban a los ingresos, de ahí que algunos funcionarios menores no cobrasen su sueldo algunos años y tampoco hubiese consignado presupuesto alguno para el arreglo de fuentes públicas, caminos vecinales, etc. En el Interrogatorio de 1751 y en concreto ala respuesta a la pregunta 6ª, sobre la morera, se dice: «… en las tierras que llevan declaradas hay frutales de varias especies, como son: morales, moreras…». ¿Dónde? La respuesta a la pregunta 7ª nos lo aclara: «… dichos árboles se hallan puestos en tierras que llaman las Huertas del Río de Bedmar, los Huertos, Mahoma, Fuensucia, Sojil, la Vega, tierras de 1ª, 2ª y 3ª calidad de regadío… y en otras de Santa Inés, Morena…». ¿Cómo estaban plantadas?
En la respuesta a la pregunta 8ª, se dice lo que sigue: «… los plantíos de dichas tierras, por lo perteneciente a frutales, morales y moreras… en los SITIOS… se hallan puestas, generalmente, sin regla ni orden, excepto algunos que están a los márgenes…». Conforme avanza el Interrogatorio de 1751 nos vamos dando cuenta de más datos sobre este cultivo en el término de Bedmar y así vemos como en la respuesta a la pregunta 10ª se nos dice: «… ocuparán las morales 72 fanegas, de las cuales 22 fanegas son de 1ª calidad; 26 de 2ª y las 24 restantes de 3ª. Así mismo 20 fanegas, que ocuparán las moreras, de las cuales 11 son de 1ª calidad; 5 de 2ª y las 5 restantes de 3ª….». En la pregunta nº 11, relativa a ¿Qué especies de frutos se cogen en el término?, con respecto a los morales y moreras, se responde: «… seda…». En la respuesta a la pregunta nº 13, se dice: «… y que cada fanega puesta de morales cogerá 32 árboles y su producto será el siguiente: los de 1ª calidad producirán 320 arrobas de hoja; los de 2ª, 192 arrobas y los de 3ª, 64 arrobas y su producto será el de 128 arrobas de hojas…». En la pregunta número 14, se pregunta: ¿Qué precio tiene el fruto de estos árboles? Y en ella dicen lo que sigue: «Un real la arroba de moral y morera». En la respuesta a la pregunta número 16 se dice que «la seda paga un Diezmo de 90 libras de seda fina y 8 de seda vasta«. Más adelante, hacia el final del Interrogatorio y en el resumen del mismo, nos señalan sobre este tema, los siguientes datos: 1º) Tierras de regadío de 1ª calidad: 696 morales que ocupan 21 fanegas y 9 celemines, de los que 273 son de 1ª; 291 de 2ª y 132 de 3ª. 709 moreras que ocupan 11 fanegas y 1 celemín.2º) Tierras de regadío de 2ª calidad: 734 morales que ocupan 26 fanegas y 3 celemines, de los que 208 son de 1ª; 374 de 2ª y 152 de 3ª. 239 moreras que ocupan 5 fanegas y 10 celemines.3º) Tierras de regadío de 3ª calidad: 656 morales que ocupan 24 fanegas y 4,5 celemines, de los que 73 son de 1ª; 222 de 2ª y 361 de 3ª, junto a otras 238 moreras que ocupaban 5 fanegas y 5 celemines.
Sobre el importe de la producción de la hoja de los morales y moreras que había plantados en el término de Bedmar en 1751, se nos ofrecen los siguientes datos: «Morales de 1ª. En las 72 fanegas y 4,5 celemines, puestas de morales, se han contado 2.086, que, regulándoles, según las respuestas generales, 32 árboles a cada fanega, que producen 320 arrobas de hoja y cada arroba, por dichas respuestas, se ha regulado a real de vellón, por lo que corresponde a cada moral de 1ª calidad, 10 reales. Los morales de 2ª calidad, producen 192 arrobas de hoja, que, al precio antes dicho, suman 192 reales y corresponde a cada moral 6 reales de vellón. Los de 3ª, producen por cada fanega, donde hay 32 árboles, 64 arrobas de hoja, cuyo importe es de 64 reales, por lo que pertenece a cada moral, 2 reales de vellón». Frente a los morales están las moreras, a las que se le señala lo que sigue: «Una fanega de los 21 y 10 celemines que hay en el término, con 1.186 árboles, donde caben en cada fanega 64 árboles, arrojan un producto de 128 arrobas de hoja, que al precio de 1 real por arroba importa 128 reales de lo que corresponde a cada morera, 2 reales».
Según el Atlante Español o descripción general de todo el Reino de España, publicada por D. Bernardo de Espinalt y García entre 1787-1788, -arriba citado- Bedmar estaba habitado por 450 vecinos, de acuerdo con la descripción física y socioeconómica que hizo de la villa y su término: “… Su término tiene catorce leguas de circuito, el que está plantado de moreras, olivos, viñas, y muchos árboles frutales: es fértil en trigo, cebada, cáñamo, lino, seda, aceite, vino, melones, y todo género de fruta, por haber en su inmediación muchas huertas, las cuales, como también todo él, se riegan con el agua del río Bedmar, el que a distancia de un cuarto de legua de la Villa, se junta con el de Albanchez: hay también muchas fuentes, y con especialidad una llamada Fuengrande, unida con otra que nace no lejos de la Villa, intitulada Balsa, por cocerse en ella los linos, cáñamos, y espartos”.
Durante el Siglo XIX y los años iniciales del S. XX, podemos decir queD. Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico- Estadístico–Histórico de España–(Edición de Domingo Sánchez Zurro. Ámbito Ediciones, S. A. Valladolid, 1988. Pp. 56-57)-, nuestro municipio presentaba el siguiente estado en 1845: “Bezmar. Villa con ayuntamiento en la provincia y diócesis de Jaén (5 leguas.), partido judicial de Mancha Real (3 leguas), audiencia territorial y capitanía general de Granada (14 leguas.): situada en la pendiente de una colina, combatida por los vientos del E. y N., y más propensa a tercianas y dolores de costado, que a otras enfermedades. Tiene 368 casas, y 122 más propiamente llamadas cuevas, casa consistorial, cárcel, un hospital sin camas, escuela para niños, a la que concurren de, 70 a 80, dotada con 2.200 reales anuales, otra de niñas en número de 40, sin dotación fija ; iglesia parroquial de primer ascenso (Sta. María), servida por un prior, un teniente, un beneficiado, un sochantre y un sacristán; 3 ermitas dedicadas a San Marcos, San José y la Concepción, y una (Ntra. Sra. de los Cuadros) en el término, al pie de un cerro del mismo nombre, distante 1/2 legua de la villa…
La Correspondencia se recibe de la administración de Baeza, los lunes, jueves y sábados, y se despacha los domingos, miércoles y viernes. Productos: trigo, cebada, aceite, seda, y otras; hay criado ganado lanar, cabrío y vacuno; caza de liebres, conejos y perdices, y alguna pesca. Población. 506 vecinos. 1.833 habitantes o almas, dedicados a la agricultura, ganadería, fabricación de efectos de esparto, extracción [sic] de granos, aceite y frutas, e importación de naranjas y otros artículos. Capacidad productiva. 4.117.515 reales. Impositiva. 179.717 reales. Contribución. 80.912 reales”. Con respecto a las Bases Productivas, se dice que la dedicación de los Vecinos se diversificaba de esta manera: *Agricultura: Trigo, Cebada, Olivar, Moreras/Morales y Huerta. *Ganadería: Lanar, cabrío y vacuno. *Industria: Fabricación de efectos de Esparto. Extracción de Aceite. Almacén de Granos y Frutas. Extracción de Seda.
A mediados del siglo XIX apareció la Pebrina, una grave enfermedad del gusano de seda y al no encontrarse remedio para su curación, obligó a sus trabajadores a abandonar la cría del gusano de seda y desapareciendo la morera y los morales en favor del olivar en nuestras tierras.
La villa de Bedmar, en la Enciclopedia “Espasa Calpe S.A.” en su edición de 1910, era descrita de esta manera: “Municipio de 921 edificios, con 3.256 habitantes –(Bedmareños)-, formado por la villa de este nombre y 69 edificios diseminados por el término. Corresponde a la provincia de Jaén y al Partido Judicial de Mancha Real. Cruza su término el río Cuadros que nace en la sierra de su nombre. Produce cereales, esparto, legumbres, seda, frutas y aceite; cría de ganado.
Notas.
Pie del Mapa: “Municipios productores y con manufacturas sederas hacia 1800. Fuente: Atlas de Historia Económica de Andalucía, ss. XIX-XX”. (I.E.C.A.).
(1) ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE ÚBEDA (Jaén). Privilegios. Caja nº 4, documento nº 7. TROYANO VIEDMA, José Manuel. Albanchez de Mágina: Piedra, Agua y Fuego. 3ª Edición. Madrid, 2015. Pp. 52-54 y 487-489.
(2) A.G.S. Estado. Legajos 216 y 232.
(3) A.H.P.J. Protocolos del Escribano de Jaén, Peral del Toro. 27 folios sin numerar dentro del Legajo n. 1788 y entre los folios números 98v-99r. TROYANO VIEDMA, José Manuel. Bedmar: Geografía, Historia, Arte y Cultura (Desde los orígenes hasta nuestros días). I. Geografía bedmarense. Madrid, 2014. Pp. 340-350.
FUENTE: CRONISTA J.M.T.V.