POR JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS Y ACADÉMICO DE LA R.A.C.V
En alguna ocasión hemos hablado del Monasterio de la Zaydía de Valencia, del Real Monasterio Cisterciense de Santa María de Gratia Dei, ubicado en la carretera de Vilamarxant en el km. 3,5 de Benaguasil y que fue fundado en 1265 por la reina doña Teresa Gil de Vidaure, tercera esposa del rey don Jaime I de Aragón el Conquistador y cuya sepultura se encuentra en la iglesia de este monasterio.
Fue un monasterio medieval que en su origen estuvo en la ciudad de Valencia en la Zaydía, siendo destruido en el año 1810 durante la Guerra de la Independencia, pudiendo decir que por el mismo motivo y en las mismas fechas que el Palacio del Real de Valencia. Fue reconstruido posteriormente en Valencia.
Sufrió este grandes daños en la riada de 1957 y en el año 1962 el monasterio fue demolido por completo dada su situación de ruina, por lo que la que estas hermanas de la Orden del Cister se trasladaron el 8 de abril de 1965 a Benaguasil continuando la vida monacal con la misma denominación original de “Gratia Dei”.
A sus actividades, ya conocidas como la exquisita elaboración de mermeladas de diferentes sabores y las diferentes cremas naturales-ecológicas de aplicación y tratamiento corporal, hay que añadir sus buenas manos para hacer trabajos manuales y labores como pintura y géneros de punto.
Desde hace poco tiempo su sensibilidad litúrgica les ha impulsado a desarrollar la interesante actividad de realizar artesanas velas que ellas mismo que ellas pintan a mano.
En estos momentos en los que viven intensamente la cuaresma no descuidan el espíritu de la orden cisterciense: “ora et labora”. Ora et labora es una locución latina que expresa la vocación y la vida monástica benedictina de alabanza a Dios junto con el trabajo manual diario.
La Regla de San Benito se observa en este Monasterio al pie de la letra, ya que las hermanas están preparando las velas que alumbrarán la vigilia Pascual la noche de Resurrección y todo el tiempo de pascua.
El pregón pascual ya nos lo dice: “En esta noche de gracia, acepta, Padre santo, este sacrificio vespertino de alabanza que la santa Iglesia te ofrece, por rnedio de sus ministros en la solemne ofrenda de este cirio, hecho con cera de abejas.
Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego, ardiendo en llama viva para gloria de Dios. Y aunque distribuye su luz, no mengua al repartirla, porque se alimenta de esta cera fundida, que elaboró la abeja fecunda para hacer esta lámpara preciosa…”
En el Monasterio de Santa María de Gratia Dei podemos vivir en directo la preparación de estas actuales velas que pintadas a mano están llamadas a ser luz en el mundo.
Pueden ponerse en contacto con las hermanas las parroquias y personas interesadas a través del teléfono 96 2730711.