POR JOSÉ RAIMUNDO NÚÑEZ-VARELA LENDOIRO, CRONISTA OFICIAL DE BETANZOS, MIÑO Y PADERNE (LA CORUÑA)
En el año 1899 se establecía en Betanzos don Adolfo Vázquez Gómez, nacido en Ferrol el 19 de agosto de 1869 y fallecido en Montevideo el 25 de julio de 1950, donde su padre el Coronel don Manuel María Vázquez ejercía como jefe de su Zona militar. Habría de destacar a nivel internacional como escritor, periodista y político de tendencia republicano-masónica, y sobre el que se publicaron en el diario local El Mendo, del que era propietario y director, unos Apuntes biográficos, el 27 de mayo de 1891; artículo reproducido de El Obrero de Pontevedra del anterior 29 de marzo, al que remitimos.
En los apuntes citados, se comenta que:
“…Ya en Betanzos…dejó Adolfo un tanto la política para consagrarse á otras tareas. Colaboró enLas Riberas del Mendo, redactó y fundó, con otro periodista gallego, el ¡Ya somos tres! y más tarde, con José Alguero Penedo y Juan Gómez Navaza, El Valdoncel y El Mendo, primeros diarios que han visto la luz en la mariñana ciudad.
Hoy solo existe EL MENDO que él dirije…”.
En la sesión municipal del 19 de noviembre de 1890, siendo alcalde don César Sánchez Sanmartin, consta que:
“… También se dio cuenta de una instancia que Don Adolfo Vázquez Gómez, vecino de esta ciudad presento al Ilustre Ayuntamiento pretendiendo se le nombre Cronista del mismo, cuya plaza ofrece desempeñar gratuitamente; y la Corporación enterada, por unanimidad ACORDÓ nombrarle para desempeñar la plaza de Cronista facultándole al efecto para que a las horas de despacho de la Secretaría pueda estudiar los antiguos documentos que existan en los Archivos de este Municipio”. (Archivo Municipal de Betanzos. Actas Capitulares. Caja 32, sin catalogar).
Dos meses después, aparecía publicado en el mencionado diario, correspondiente al miércoles 25 de febrero de 1891, la siguiente noticia:
“CRONICA DE LAS MARIÑAS
… El oficial archivero del Ayuntamiento de Santiago Sr. Constanti Ballesteros [don Pablo Pérez Costanti, Santiago 2-12-1857 a 19-09-1938, archivero de su ayuntamiento de 1885 a 1935] está llevando á cabo un importante trabajo, cual es el inventario anotado de todos los protocolos que se custodian en el archivo municipal, los cuales contienen datos interesantes sobre la historia de Compostela.
Algo parecido sería necesario hacer aquí para que cumpliera exactamente con su deber el cronista de esta ciudad, pero como no existe la plaza de archivero, tropieza aquel con múltiples dificultades.
Bueno sería que la Corporación municipal pensara algo en esto”.
En efecto alababa la gestión del futuro cronista oficial del ayuntamiento de Santiago y miembro fundador de la Real Academia Gallega, cuyo ayuntamiento en el año 1892, siete años después de acceder al cargo de archivero, publicaba el “Índice de la Sección de Protocolos custodiados en el Archivo Municipal de Santiago”, como fruto de su extraordinario trabajo. No acabó aquí su labor, continuó con la catalogación de las Actas Municipales cuyos índices manuscritos figuran en los primeros folios de cada tomo, debidamente encuadernados, que nos ha facilitado sustancialmente la investigación en dicho archivo, y así sucesivamente en cada sección, en tiempos en los que no existían los recursos informáticos que disfrutamos en la actualidad.
Desgraciadamente, nuestros desvelos para la obtención de unos resultados semejantes en nuestra ciudad (remitimos a nuestro trabajo La destrucción de los Archivos de Betanzos por los franceses en 1809,publicado en las Actas del XXXV Congreso Nacional de Cronistas Oficiales de España, Jaén-Cazorla 16 al 18 de octubre de 2009), no llegaron más allá del simple almacenamiento en cajas temáticas y orden cronológico, a pesar de haber transcurrido más de treinta y dos años desde el inicio del intento por los técnicos en la materia.
Celebradas las pruebas para cubrir una plaza de archivero-bibliotecario para el ayuntamiento de Betanzos, en la primavera de 1983, la Comisión Municipal Permanente del 26 de abril de dicho año nombraba como titular en propiedad de dicha plaza a don Alfredo Erias Martínez, persona capacitada y autor, entre otros, de excelentes trabajos iconográficos de los principales monumentos medievales de la ciudad. Poco tiempo después, se incorporaba el también licenciado en Historia don José María Veiga Ferreira, quienes contarían con el apoyo de personal contratado y administrativos municipales, esporádicamente con licenciados y estudiantes en prácticas de diferentes especialidades históricas y archivísticas, y con actuaciones puntuales de digitalización por parte de equipos de la Xunta de Galicia.
Hasta la fecha y a pesar del tiempo transcurrido, se echa de menos en nuestro archivo la correspondiente catalogación e índices de la documentación que custodia para facilitar la labor de los investigadores, amén de su adecuada gestión, como son el control de las cargas de polvo y de contaminantes biológicos, ácaros y esporas de hongos y bacterias, que degradan la composición del papel, por lo que resulta imprescindible la realización de un programa de limpieza documental en seco, si efectivamente se desean conservar debidamente sus fondos. Sin exageración alguna, puede afirmarse que en algunos legajos pueden plantarse patatas.
No finalizan los inconvenientes con el simple razonamiento expuesto: aconsejo a todo el que desee realizar consultas en el archivo municipal de Betanzos que previamente concierte su visita, puesto que es posible que no haya quien le atienda como, entre otras ocasiones, me sucedió el pasado viernes día 10 del corriente. Dicho día acudí a Betanzos para realizar una investigación y a las diez y cuarto de la mañana accedía al edificio, y aunque estaba iluminada la sala de atención al público y despacho, la puerta se encontraba cerrada. Entonces el responsable y susodicho Sr. Erias, revestido con ropas talares, desde el interior del acceso al Museo das Mariñas me dijo que esa mañana no se atendía por tener que “ir con los niños”. No le hubiera llevado al archivero ni dos minutos servir la Caja 53 que deseaba consultar, para que seguidamente pudiese servir de guía a los infantes.
La conclusión es muy sencilla, en la dirección del archivo municipal, además de atender con favoritismo a sus parciales, entre otras historias, también se cuecen habas, para hacer efectiva la expresión de que el que mucho abarca poco aprieta.