POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Uno, que ya es viejo, conoció la playa de La Griega, en Colunga (Asturias) muy visitada en días de verano; pero a decir verdad nunca la vi como ahora. Tal era la abundancia de visitantes bañistas que inocentemente me dije: ¡Santo cielo, si un 10 % de esta gente va al pedreru a por llámpares y bígaros, queden pelaes les peñes pa in saeculorum saecula»!
Dije «playa de La Griega», pero los lugareños utilizamos otras denominaciones. Y así, de la ría hacia el oeste decimos «playa de Colunga» y de la ría hacia el este, playa de San Juan.-Al final del arenal de esta playa se inicia el «pedreru» con sus huellas de dinosaurio y todo ; después, siempre hacia el este, piedras y más piedras con lapas (llámpares) y bígaros y asientos de pesca para ir a xulies, cabres y gobitos.- Más adelante, la zona del pegollín y el «saltu la muyer»; y siguiendo ruta todo el pedregal con final en la «peña la salmoria».
¡Esta sí que es zona de bígaros!
Pero bígaros, bígaros; esos moluscos gasterópodos univalvos que los científicos denominan Littorina littorea L., de concha verdinegra y muy blanca en la parte «bucal». Mariscos, cuya carne se extrae con alfiler y cuyo sabor a mar es indescriptiblemente delicioso.
Contaba Jorge Victor Sueiro que antaño los bígaros se capturaban con rastrillo de madera (garabatu, angazu) recogiendo las algas, que son su alimento, y sacudiéndolas como quien sacude la rama de un árbol para la recolección de sus frutos.
Ahora hay que mover piedres y más piedres para encontrarlos escondidos entre ellas.
En Galicia a los bígaros los llaman caramuxos, caramelas y MINCHAS, asignándoles, por tanto, género femenino.
Dícese que lo de mincha es de origen latino (mica= pequeño); no obstante hay quienes buscan un origen gitano a esa palabra, que en «caló» indica la vulva femenina.
¡Oigan!No lo inventé yo, que conste!.- Ya lo citaba George Borrow, «don Jorgito el Inglés» en su «Diccionario gitano-español» , escrito en la segunda mitad del siglo XIX.
¿Cómo se cuecen los bígaros?
Les remito al poema de «Picadillo» escrito en 1911:
«Un cierto diputado provincial
(que también esta clase de señores
suelen guisar, aún cuando lo hagan mal)
me envía, para dar a mis lectores,
receta de unas minchas superiores.
Recién recogida la mincha del mar
en agua bien limpia se debe lavar,
y en un cazo grande, de forma corriente,
pueden sumergirse tan campantemente,
y en cuanto que el agua comience a cocer
de sal un puñado le habréis de poner,
y apenas el líquido haya vuelto a hervir,
podéis retirarlo y el bicho servir.”
¿Se acuerdan de aquellas fuentes de bígaros que se ofrecían en las barras de los chigres de Asturias, siempre con un corcho lleno de alfileres pinchadas en él?
¡Y quién sabían entre culín y culín de sidra!