POR ANTONIO SÁNCHEZ MOLLEDO, CRONISTA OFICIAL DE MALANQUILLA (ZARAGOZA)
Siguiendo la ruta del río Manubles, tras Torrelapaja y Berdejo llegamos a Bijuesca. Un pueblo con historia, como no podía ser menos, formando parte de la Raya Castellano-aragonesa, cuyo castillo tan pronto pasaba de manos castellanas como aragonesas.
Bijuesca, con un centenar de vecinos, guarda notables tesoros. En lo alto de un cerro desde el que se domina todo el caserío, nos recibe su castillo del siglo XIV, mandado construir por Pedo IV de Aragón. No empezaron bien las cosas para esta fortaleza pues un año después de su terminación fue conquistada por Pedro I de Castilla. En el transcurso de los 5 años posteriores, sería reconquistada por los aragoneses, nuevamente perdida y después de nuevo en posesión aragonesa, lo que da idea de las disputadas batallas en la Guerra de los Pedros, que obligó a fortificar y reforzar las defensas de todos los pueblos rayanos entre reinos.
Junto a los restos de la fortaleza se encuentra la ermita de la Virgen del Castillo, con una talla de la titular del siglo XIII que protagoniza cada 25 años, una masiva y sentida bajada hasta la población acompañada por los pueblos que forman la Concordia, en una fiesta conocida como la Saca de la Virgen del Castillo, que volverá a repetirse este 4 de junio.
Ya en el casco urbano se encuentra la iglesia de San Miguel levantada en el siglo XVII sobre otra anterior románica, de la que aún son visibles el ábside, algunos ventanales, el arco de entrada y algunas columnas en el interior.
Bijuesca es otro de los pueblos de esta España que se despuebla y que no podemos contemplar de brazos cruzados.