POR MANUEL PELÁEZ DEL ROSAL, CRONISTA OFICIAL DE PRIEGO DE CÓRDOBA
En un artículo recientemente publicado por Rafael Pimentel Luque con el título “Prieguenses en la División Azul”, su autor, haciéndose eco de unas fuentes de la mayor solvencia nos proporcionaba un listado de 28 integrantes de la unidad expedicionaria en la que se enrolaron: un sargento, cuatro cabos y veintitrés soldados, con indicación de la procedencia militar de la mayor parte de ellos. En la referida relación no se incluía a Antonio Moral Galisteo y, posiblemente, a algún otro, por lo que tal registro, sin duda, del mayor interés, no sea el definitivo. Para engrosarlo y para sacar del anonimato a un prieguense víctima de la II Guerra Mundial, Antonio Moral Galisteo, he pergeñado una breve biografía cuando se cumplen más de siete décadas de su cruento desenlace vital, dando cuenta de algunos de los pormenores valiosos del ilustre personaje local.
El trabajo en cuestión ha sido elaborado utilizando fuentes personales y oficiales, las primeras de origen familiar, y las segundas existentes en el Archivo Militar de Guadalajara (expediente individual del reemplazo de 1938) y en el Archivo General Militar de Ávila (expediente de la División Azul), básicas para reconstruir los últimos cinco años de la vida del notable soldado (1938-1942).
Es éste, el biográfico, un capítulo importante de la historia local de los pueblos (lugares, villas y ciudades de España), para reconstruir una parcela del máxime interés de la prosopografía local.
Durante mucho tiempo, podríamos decir que desde sus orígenes, la biografía se ha considerado como algo distinto de la historia. Ciertamente el género biográfico ha sobrevivido, pero abandonado a los polígrafos, despreciado y derrumbado como ídolo por los poseedores de la ciencia. Hasta que a finales del siglo XX cambió la situación, reforzándose los lazos entre la biografía y la historia, acercándose una a otra, legitimándose, distante de la crónica y de la hagiografía. Todas las ciencias humanas rehabilitaron lo biográfico y confirieron dignidad a ese campo de prospección, hasta hacer suya la expresión de Dilthey: “La historia universal es la biografía, casi podríamos decir la autobiografía de la Humanidad”. No se trata de poner de relieve lo ejemplarizante, la Historia maestra de la vida, sino la preocupación por el estudio de lo singular, desde la complejidad que implica la imposibilidad de reducirla a esquemas mecánicos. La identidad biográfica ya no se considera fija a la manera de una estatua, sino sujeta a las mutaciones que produce el futuro del pasado, que supera los límites biológicos de la finitud de la existencia (al decir de François Dosse), tomando como premisa la verdad interpretada, que hace que cualquier objetivismo sea caduco, y que lo biográfico sea siempre un enigma que aspira a un continuo desciframiento.
Con este propósito he encarado la biografía del divisionario prieguense estructurándola en varios apartados: 1) Filiación; 2) El Regimiento de Infantería nº 269, al se adscribió tras prestar el servicio militar en Regimiento de Infantería de Montaña número 55 con base en Orense (Galicia): 3) El Diario de Operaciones en los meses de febrero-abril de 1942; y 4) De Krutik a Podberesje (Podborovye) lugares en donde cayó muerto en combate y en donde se encuentra inhumado*.
*Fuentes: Boletín de la Asociación de Amigos de Priego de Córdoba (ISSN 1889-6014), números 2º y 3º de 2016, y blog: http://manuelpelaezdelrosal.blogspot.com.es/