POR MIGUEL GALLEGO ZAPATA. CRONISTA OFICIAL DE SAN JAVIER (MURCIA)
Que nuestro querido y admirado párroco Don José León León, cumpla precisamente el trece de julio de 2016, veinticinco años de su primera misa, es un acontecimiento singular en la vida de cualquier sacerdote, pero que los cumpla siendo nuestro párroco y además nuestro Vicario Episcopal, es un lujo para nuestra parroquia que no podemos dejar pase desapercibido. Y por ello queremos, dejar constancia, aquí, y ahora, y muestra de nuestra enorme satisfacción y el orgullo que nos produce a todos haberlo tenido quince años como nuestro Pastor.
Decía textualmente S.S. el Papa Juan Pablo II en su libro ¡Levantaos! ¡Vamos! que: “Ciertamente, al oficio de Pastor corresponde también amonestar”. Pienso que, bajo este aspecto, quizá he hecho demasiado poco.
Hay siempre un problema en la relación entre autoridad y servicio. Tal vez deba reprocharme a mí mismo por no haber intentado lo suficiente para mandar. En cierta medida es debido a mi temperamento. Pero de algún modo hace referencia también al deseo de Cristo, que pidió a sus Apóstoles servir, más que mandar.”.
Dice también el Papa santo, en otro párrafo, “que el obispo debe servir gobernando y gobernar sirviendo. Un modelo elocuente es Cristo mismo. Él servía siempre, pero en el espíritu divino de servicio sabía también expulsar a los mercaderes del templo cuando era necesario”.
Cuando Don José, en aquella fecha histórica del 23 de septiembre del año 2001, tomaba posesión, recuerdo que en aquella su primera homilía nos dijo que “venía a servir y a curar” y que estaría a disposición de todos.
Pues bien, ha cumplido su promesa y al felicitarlo muy efusivamente en nombre de nuestra comunidad, quiero poner de relieve que estamos contentos porque ha sabido gobernarnos con un estilo tan peculiar, que si para algunos ha podido parecer que era con mano dura, ésta estaba enfundada en guante de terciopelo.
Nuestra enhorabuena también a sus padres, y para él y para ellos nuestro aplauso cariñoso.