POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
Cuando llegó la fecha de las cataratas que me han inhabilitado desde mediados de agosto para estos menesteres, tenía ya casi finalizada esta columna, que remato y será la siguiente tras el receso obligado. Con ella reanudo estas líneas semanales y espero seguir mucho tiempo más con ellas.
Fue durante la borrasca Dana, lo que siempre se ha llamado “gota fría”, de grandes luvias y tormentas, de algo más de 100 litros por m² en torno a la ciudad, cantidad variable y mucho mayor en zonas no muy lejanas, cuando se celebró la presentación de estas “Catas de Perotas”. Tanta fue la luvia que hubo que alterar el programa en torno al lugar de celebración.
Ese domingo de la gran lluvia se presentó una iniciativa de turismo del Ayuntamiento en torno a un tema de bodegas y vinos de la comarca. Una forma de promocionar los vinos de la comarca, que son más de los que parecía en un entorno histórico de los vinos.
Así es cómo se presentó esta iniciativa en la Torre del Homenaje del Castillo de Arévalo, estaba previsto en el patio triangular del castillo, el “pario de los silos”, pero por esas lluvias tan abundantes hubo que trasladar el acto a la sala del cuerpo bajo de la torre, una sala especial porque entre los gruesos muros del torreón, hay una zona semicircular, unida a otra rectangular por un espacio angosto, lo que fue una puerta de la muralla que hoy está integrada en los muros del torreón, pero fue suficiente para el medio centenar de invitados.
El cambio no resultó mal, un espacio con mucha solera e historia. Y mientras fuera, después de horas de lluvia, seguía cayendo a cántaros… Un buen augurio para el inicio de un proyecto, apunto alguno de los asistentes, una veintena de productores de la comarca y comerciantes distribuidores, que resultó una gran acogida. Unas palabras del alcalde Vidal Galicia, que dio paso a la idea del proyecto a cargo de la técnico de turismo Cristina Rueda, la intervención de la representante del Ayuntamiento de Madrigal de las Alas Torres, y el presidente de la Diputación Carlos García, que desde la Diputación dio el máximo apoyo a esta idea enoturística que añada al valor del patrimonio y del turismo histórico y cultural la faceta vinícola, tan atractiva como interesante de esta zona norte de la provincia.
Sin que la lluvia recia cediera un ápice, los participantes se trasladaron a la cercana Bodega “El Arriero / Perotas” donde se realizó una cata del vino invitado a esta presentación, el emblemático y conocido Ysabel de Madrigal, el vino verdejo municipal de la Villa de Isabel, el de las cepas históricas que le caracteriza.
La bodega fue mostrada, desde el punto de vista histórico y patrimonial por el Cronista Oficial Ricardo Guerra, el que escribe estas líneas, que conocí bastante en la investigación de la bodega que realicé con motivo de la restauración de las pinturas de Pedro Donis, un magnífico ejemplo de la unión del vino como negocio y como disfrute cultural con la bohemia de Marolo Perotas, el recreador de esta bodega que por los años 50-60 del s. XX fue meta de artistas, toreros, escritores y gentes de la cultura, de la mano del inigualable Marolo.
Al finalizar la visita de sus salas del “Libatorio” y de “Arevalenses Ilustres”, se ofreció un vino de Madrigal con un aperitivo. Un acto que fue muy bien acogido, como idea de futuro, ha sido el inicio de una cadena de catas de los diferentes caldos de la comarca, con denominación o sin ella, que ofrecerán en catas sucesivas los valores vinícolas de esta comarca que siempre fue tierra de buenos vinos.
También durante la visita se mencionó la nave inferior de esta histórica y significativa bodega, una gran nave con amplia bóveda que contiene grandes toneles de madera, construidos en la misma bodega, que en esta ocasión tienen rotulados los nombres de los periódicos publicados en el Arévalo de finales del s. XIX y primera mitad del s. XX, otra gran aportación a la cultura que Marolo recreó con primor. Desgraciadamente, el túnel de comunicación sufrió un desplome de la bóveda que impide el acceso a ella, esperemos que permanezca en buenas condiciones, su recuperación es una obra que proyecta el Ayuntamiento como la recuperación de un gran patrimonio, arquitectónico y vinícola, que será en el futuro un nuevo atractivo de esta ciudad.
Cuando llegó la fecha de las cataratas que me han inhabilitado desde mediados de agosto para estos menesteres, tenía ya casi finalizada esta columna, que remato y será la siguiente tras el receso obligado. Con ella reanudo estas líneas semanales y espero seguir mucho tiempo más con ellas.
Fue durante la borrasca Dana, lo que siempre se ha llamado “gota fría”, de grandes luvias y tormentas, de algo más de 100 litros por m² en torno a la ciudad, cantidad variable y mucho mayor en zonas no muy lejanas, cuando se celebró la presentación de estas “Catas de Perotas”. Tanta fue la luvia que hubo que alterar el programa en torno al lugar de celebración.
Ese domingo de la gran lluvia se presentó una iniciativa de turismo del Ayuntamiento en torno a un tema de bodegas y vinos de la comarca. Una forma de promocionar los vinos de la comarca, que son más de los que parecía en un entorno histórico de los vinos.
Así es cómo se presentó esta iniciativa en la Torre del Homenaje del Castillo de Arévalo, estaba previsto en el patio triangular del castillo, el “pario de los silos”, pero por esas lluvias tan abundantes hubo que trasladar el acto a la sala del cuerpo bajo de la torre, una sala especial porque entre los gruesos muros del torreón, hay una zona semicircular, unida a otra rectangular por un espacio angosto, lo que fue una puerta de la muralla que hoy está integrada en los muros del torreón, pero fue suficiente para el medio centenar de invitados.
El cambio no resultó mal, un espacio con mucha solera e historia. Y mientras fuera, después de horas de lluvia, seguía cayendo a cántaros… Un buen augurio para el inicio de un proyecto, apunto alguno de los asistentes, una veintena de productores de la comarca y comerciantes distribuidores, que resultó una gran acogida. Unas palabras del alcalde Vidal Galicia, que dio paso a la idea del proyecto a cargo de la técnico de turismo Cristina Rueda, la intervención de la representante del Ayuntamiento de Madrigal de las Alas Torres, y el presidente de la Diputación Carlos García, que desde la Diputación dio el máximo apoyo a esta idea enoturística que añada al valor del patrimonio y del turismo histórico y cultural la faceta vinícola, tan atractiva como interesante de esta zona norte de la provincia.
Sin que la lluvia recia cediera un ápice, los participantes se trasladaron a la cercana Bodega “El Arriero / Perotas” donde se realizó una cata del vino invitado a esta presentación, el emblemático y conocido Ysabel de Madrigal, el vino verdejo municipal de la Villa de Isabel, el de las cepas históricas que le caracteriza.
La bodega fue mostrada, desde el punto de vista histórico y patrimonial por el Cronista Oficial Ricardo Guerra, el que escribe estas líneas, que conocí bastante en la investigación de la bodega que realicé con motivo de la restauración de las pinturas de Pedro Donis, un magnífico ejemplo de la unión del vino como negocio y como disfrute cultural con la bohemia de Marolo Perotas, el recreador de esta bodega que por los años 50-60 del s. XX fue meta de artistas, toreros, escritores y gentes de la cultura, de la mano del inigualable Marolo.
Al finalizar la visita de sus salas del “Libatorio” y de “Arevalenses Ilustres”, se ofreció un vino de Madrigal con un aperitivo. Un acto que fue muy bien acogido, como idea de futuro, ha sido el inicio de una cadena de catas de los diferentes caldos de la comarca, con denominación o sin ella, que ofrecerán en catas sucesivas los valores vinícolas de esta comarca que siempre fue tierra de buenos vinos.
También durante la visita se mencionó la nave inferior de esta histórica y significativa bodega, una gran nave con amplia bóveda que contiene grandes toneles de madera, construidos en la misma bodega, que en esta ocasión tienen rotulados los nombres de los periódicos publicados en el Arévalo de finales del s. XIX y primera mitad del s. XX, otra gran aportación a la cultura que Marolo recreó con primor. Desgraciadamente, el túnel de comunicación sufrió un desplome de la bóveda que impide el acceso a ella, esperemos que permanezca en buenas condiciones, su recuperación es una obra que proyecta el Ayuntamiento como la recuperación de un gran patrimonio, arquitectónico y vinícola, que será en el futuro un nuevo atractivo de esta ciudad.
FUENTE: EL CRONISTA