POR PEPE MONTESERIN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
“Soy un bombón con 30 años y quiero casarme, hasta que la muerte nos separe, con alguien que gane un millón de euros al año”, escuché a una machista en la parada del bus, en la calle Valentín Andrés, frente a Económicas.
Un catedrático de Economía Aplicada, con el que yo conversaba, le dijo: “para empresarios que ganan un millón de euros ofreces un pésimo negocio; eres un activo que pronto sufrirá depreciación, y él, en cambio, rendirá dividendos; hoy estás en alza, en la época idónea para venderte, trading position (posición para comercializar), y no buy and hold (compre y retenga); no eres buena inversión a medio o largo plazo; puedo presentarte, no obstante, a un tipo que gana más de un millón de euros al año, vive en la Jirafa, en un ático con vistas al Aramo y a Wall Street; preséntale tu plan, pero me temo que te tomará en alquiler por el tiempo en que tu cuerpo esté en buen uso y tu hermosura en flor”.
Fuente: http://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/bombon-inocente.html