Efectivamente, hace 380 años se le otorgó tal licencia al indio Francisco Martín, originario de la ciudad de Zacatecas, según consta en un documento que resguarda el Archivo Histórico del Estado de Zacatecas (Fondo Ayuntamiento de Zacatecas, Serie Indios, año 1642).

Antecedentes:

El 5 de abril de 1526 el Rey Carlos I de España, expidió una orden para que a los indígenas no se les permitiera tener caballos, mulas ni armas con penas muy severas para quien lo hiciera.

Hasta hace dos años se sabía que el primer permiso escrito para que montaran caballo los indígenas había sido otorgado por el Virrey Diego Fernández de Córdoba a través de Luis Godínez en el año de 1619, cien años después de que arribaron los caballos a la nueva España.

En investigaciones recientes hechas por el Licenciado Dn Alfonso Resendiz Nuñez encontró que ya desde el año 1536 había un permiso implicito en una ordenanza de la mesta para que los indígenas pudieran montar a caballo cuidando de los hatos ganaderos, dos a pie y dos a caballo, lo cual se ajustó después para cada dos mil cabezas de ganado y como había en las estancias, haciendas o ranchos, miles de cabezas de ganado, en esa medida había ya vaqueros a caballos.

Posteriormente el segundo virrey, don Luis de Velasco, otorgó cientos de permisos a indígenas y principales de las poblaciones, incluyendo en ello a una mujer de nombre MADALENA, el día 19 de febrero de 1552.

A partir de 1536 ya podía montar a caballo pero no podían usar lanzas ni garrochas para manejar el ganado por eso surge la necesidad de jalar a los novillos por la cola para derribarlos, lazarlos usando las reatas o sogas y hacerle modificaciones a la montura.