POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Fue “El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares” un buen bodrio; lo vi venir desde que me senté en la butaca e iba acomodándose a mi lado todo un jardín de infancia y palomitas. El director, Tim Burton, va a menos, y no digamos Samuel L. Jackson, el malo de la película en el amplio sentido de la palabra; me recordaba, en su aspecto, al Mefistófeles de la ópera “Fausto”, al barítono también americano Mark S. Doss. Me quedo con el guión, basado en una novela que fue en USA best seller para niños, y con el concepto del bucle, una burbuja de tiempo, 24 horas, anclada al tres de septiembre de 1940, en una isla de Gales, donde se refugian los niños peculiares y viven y viven la misma jornada, sin envejecer; un instante antes de que les caiga encima una bomba de la aviación alemana, reinician el bucle. El bucle los salva, al revés que el bucle nuestro de las elecciones, que nos condena.
Fuente: http://www.lne.es/