POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
En una hora desde Buenavista, por el Huerna, llegué a Cabrillanes de Babia, a la cita con Ada y Techa; a las nueve y media tomamos un café en el Anita, nos lo sirvió Balbín con unos hojaldres; subimos a Sta. María del Puerto y caminamos hacia el oeste, por la Arbellosa, vigilada por mastines leoneses; la cueva de Bayo, Veiga Cimera, entre escobas, a nuestra derecha la Penouta, un collado, una bajada a otra veguina, arándanos, charcas, enebros, subimos al alto de los Pollos y bordeando el Aspía por el este ascendimos a la cumbre airosa y friísima del Cornón antes de las dos.
Desde allí divisamos lo que no está escrito; una lástima que no figuren los nombres en el cielo, con la flechita debajo indicando el Cabril, detrás Genestoso, el Muxivén, el Orniz, las Ubiñas entre nubarrones, los molinos de Tineo y el Oviedín del alma, preocupado por el baldosín de Los Álamos y ajeno al latrocinio perpetrado en El Cristo-Buenavista.
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/buenavista-desde-el-cornon.html