POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
El martes, en el buzón de la cumbre del Retriñón (ayer conté la subida) encontré esta sencilla carta manuscrita, fechada el pasado 21 del mes pasado, sin firma; la transcribo acá, no toco una coma y dejo en su inicial los nombres propios: “Querida hermana: estos días están siendo duros, como bien sabes faltan pocos días para tu cumpleaños y el mío, ¡te echo tanto de menos!, ¡me haces tanta falta! La semana pasada estuvo S. en Avilés y fue a ver a mamá, seguirías orgullosa de él, y M. se porta muy bien con mamá.
Espero que algún día, ojalá tarde, nos encontremos y podamos volver a caminar juntas. Te quiero mucho, hermana, ven cuando quieras a verme en mis sueños. Un millón de besos”. Desde el Retriñón se ve más de media Asturias, la parte superficial, claro; pero si abrimos el buzón de su cumbre, como en otros picos, podemos profundizar y dar con el carácter de esta bendita tierra que apunta al cielo.
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/buzon-de-cumbres.html