POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Un viajero fatigado llegó a una alquería y le pidió al granjero que le prestase su mula; el granjero dijo que lo sentía, pero que el día anterior había prestado la mula a un vecino; en aquel momento la mula relinchó en el establo y el viajero exclamó: “¡Pero su mula está aquí!”; el granjero se puso rojo de rabia y gritó: “¿A quién cree usted, a mi mula o a mí?”. Otra anécdota: Un príncipe muy elegante, dijo entre un grupo de amigos que un verdadero caballero nunca usa zapatos de color; alguien miró al suelo y dijo: “¡Pero si vuestra excelencia usa ahora zapatos de color!”; el príncipe bajó la mirada a sus zapatos y respondió airado: “¡Éstos no son mis pies!”. Otra: Ayer, en el Juzgado, Villa negó con contundencia y vehemencia, ante la magistrada Simone Quelle, que las supuestas firmas suyas que lo incriminan por haberse apropiado de dinero del Sindicato, sean suyas.
Fuente: http://www.lne.es/