POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
San Andrés tuvo en nuestro Concejo de Parres -aneja a la Parroquia de Pendás- una capilla bajo su advocación, compartida con San Emeterio.
En 1665 aparece datada la misma en el libro de fábrica que se conserva. Esta capilla se mantuvo en pie hasta septiembre de 1937 y celebraba sus fiestas en memoria de ambos santos: Emeterio, el 3 de marzo y Andrés, el 30 de noviembre, con feria de ganados incluida en ésta última.
El libro antes citado se inicia con el acta que dice: “En doce días del mes de enero de mil seiscientos y sesenta y cinco años, se juntaron los vecinos de esta feligresía de Pendás y con asistencia de mí, Arcipreste, para tomar las cuentas a Toribio Merino, Mayordomo que fue de los gloriosos santos San Andrés y Santo Medero el año pasado de mil seiscientos y sesenta y cuatro, y para nombrar este año…Mayordomo de dicha ermita, para lo cual nombraron a Cosme de Caldevilla, vecino de dicho lugar, y se firmó dicho día, mes y año arriba indicado. Firmado: Francisco Blanco de la Portilla”.
Por las donaciones hechas a la misma sabemos que a este lugar se le conocía con el bonito topónimo de San Andrés de Valdevera.
Así, en el Archivo de Protocolos Notariales de Asturias podemos encontrar:
“Escritura de venta de censo otorgada en Pendás a 24 de enero de 1671 por Toribio de Miyar y su esposa María Gutiérrez a favor de la fábrica de la capilla de Valdevera”.
Sorprende encontrarse, 62 años después de esta disposición, otra del yerno de los antes citados, donde leemos: “Censo de 10 ducados otorgado en Cuadroveña a 31 de marzo de 1733 por Domingo del Cueto a favor de la Ermita de San Andrés de Valdevera impuesto por sus difuntos suegros Toribio de Miyar y María Gutiérrez”.
La ermita proporcionaba buenos ingresos, puesto que con parte de sus fondos se arregló la campana de la iglesia de Pendás en 1705.
En 1723 se advierte a un vecino -dueño de unos castaños próximos a la ermita- para que los podase, puesto que caían las hojas y los erizos sobre el tejado de la misma.
Actualmente no queda nada de la misma, sólo la maleza que cubre el solar que ocupaban tanto ella como la casa del mayordomo que la custodiaba.
Al menos al lugar le ha quedado el topónimo de San Andrés.
A la misa y procesión en dicha capilla cada 30 de noviembre acudían los vecinos de Pendás, de Arriondas y de otros pueblos, mientras el Ayuntamiento de Parres reservaba cada año una cantidad de dinero para la feria de ganado, hasta que las ferias de Santa Rita se impusieron y -no habiendo dinero para mantener ambas celebraciones ganaderas- la subvención pasó íntegra para la feria de cada 22 de mayo, desapareciendo la de San Andrés.
Quede aquí, pues, «memoria» de la capilla y del porqué del topónimo del lugar, además de las celebraciones durante más de 275 años.