POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS).
El viernes, invitado por Elías Valcárcel y su mujer Sol Marcos, tuve el privilegio de comparecer en San Emiliano, en los Calechos de Babia y Luna, una fiesta insuperable con música y buen humor. Qué bien me sentí hermanando Pravia y Babia, unidos desde siempre por el Camín Real de la Mesa, por reyes y segadores, cuervos y cigüeñas, música y literatura, por el idioma astur-leonés, por el calecho y por el filandón, por el pasado y ojalá que el porvenir.
Tanto si calecho viene de calecer, es decir calentar, hacer subir la temperatura de una cosa, entrar en calor o colocarse junto al fuego, como si viene de caleyar, de callejear, o de caleyu, reunión de vecinos antes de cenar, disfruté del calecho en todas sus acepciones.