POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Fue en el año 1902, cuando uno de los aficionados a la arqueología, de la región de Murcia, el uleano Antonio Valiente Atué, en unión de un grupo de estudiosos murcianos, detectaron unos hallazgos arqueológicos, en el paraje del Salto de la Novia, de nuestra localidad, paralelo a la margen izquierda del cauce del río Segura. No sabían identificarlos y, por consiguiente, llevaron los objetos encontrados a la escuela de Murcia, con la finalidad de que expertos en Arqueología, les pudieran poner nombres y apellidos.
Los entendidos llegaron a la conclusión de que se trataba de restos de un poblado romano, de entre los siglos III al V, después de Cristo.
Las autoridades murcianas, expertas en la materia, ordenaron el cerramiento de dicho lugar, hasta que se libraran fondos económicos para descubrir dicho poblado, quizás “tardo romano”. Las autoridades del pueblo, cumplieron tal orden, pero la espera fue tan larga que ¡por fin!, en el año 1970, siendo Alcalde Joaquín Moreno Tomás y el jefe de estudios Arqueológicos de nuestro municipio Nicomedes Carrillo Garro. Sí, hasta finales de 1972, se comenzaron las excavaciones, en el lugar en donde había indicado Antonio Valiente Atué, hasta que se agotó el presupuesto recibido de Murcia.
Durante casi tres años de trabajos; bajo la dirección de expertos arqueólogos murcianos, los operarios uleanos Rafael Ruiz, Juan Pedro Vicente, Francisco Fuentes , José Ramírez Moreno, Antonio López y Francisco López, fueron testigos de cuanto hallaban en el subsuelo, enclavado entre dos espolones rocosos, a unos 15 metros de distancia del cauce del río Segura. Como ellos entendieron el interés histórico que podía reportar al municipio, cuando regresaba al pueblo, los días festivos, me los enseñaban y me daban informes de lo que habían hallado y las opiniones de los expertos.
Como es lógico, todo cuanto iban encontrando que tuviera interés histórico, se lo llevaban al Museo Arqueológico de Murcia, con el fin de efectuar un estudio detallado de lo hallado en dicho yacimiento romano. Y allí siguen estando.
En dicho yacimiento se encontraron restos de un poblado fortificado, construido sobre la ladera del monte y que descendía hacia el cauce del río Segura. En sus flancos aparecen restos de las murallas protectoras que tienen unos 12 metros de largas por 3´60 metros de altas; así como una calle o «Calzada Romana” que les comunicaba entre ellos y, además una calle o calzada que les unía con la Aduana del Puerto de la Losilla, en terreno del pueblo y limítrofe con la localidad de Blanca.
La estructura arquitectónica de las viviendas, estaba escalonada, dentro de los espacios habitables. Las habitaciones estaban construidas con zócalos de mampostería, siendo la mayoría de planta cuadrangular. De ellas se encontraron en el año 1971, alzados con más de 1´8 metros de altura; dando sus viviendas, cara a la «Calzada» que les comunicaba entre sí. El acceso desde la calzada a las viviendas se hacía por medio de unas escalinatas, de las que se conserva una con 9 peldaños de piedra arenisca, de una longitud de 1´48 metros, por 0´32 metros de anchura y por 0´20 metros de altura.
El Plan Director de la Excavación de dicho Yacimiento Tardo Romano, del Salto de la Novia de Ulea, fue llevado a cabo por la empresa Arquenaturaleza S.L.
Desde que se acabaron los trabajos de excavación en el año 1972, dichos terrenos quedaron al albur de las inclemencias del tiempo, en espera de una nueva subvención. Dicha ayuda económica ha tenido lugar en el otoño del año 2019, tras las intensas gestiones del Alcalde Víctor M. López Abenza y su equipo de Gobierno; aunque la subvención no alcanzará para completar el estudio arqueológico completo de dicho poblado Romano.
Si no se demoran podré completar el estudio de dicha Calle o Calzada Tardo Romana. De lo contrario, lo harán otros avezados historiadores. Al tiempo…
Fuente: J.C.E desde Ulea (Murcia)