POR MIGUEL ÁNGEL FUENTE CALLEJA, CRONISTA OFICIAL DE NOREÑA (ASTURIAS)
Llegaron los fríos y con ellos la apetencia de los callos, el plato más popular y demandado de la oferta culinaria noreñense, cuya tradición y procedencia se pierde en la noche de los tiempos, pero que ha sabido mantenerse y seguir gozando de la apetencia de los buenos callófilos que abundan por toda la geografía astur. Callos de Noreña, que deberían ser comercializados como marca con indicación geográfica protegida, bien coloradinos, con adobu, patas de novilla y manos de cerdo para hacerlos mucilaginosos, todo bien picado como indica el popular dicho: Pequeños, Pegajosos, Pulcros y Picantes.
Callos de Noreña se atrevió a recomendar en cierta ocasión Manolo Linares leyendo el pregón de la fiesta del Desarme en Oviedo, aclarando que fueron el origen de la más popular fiesta gastronómica asturiana y siguen siendo los de su máxima confianza y Manolo, artista, viajero y amigo, no le dolieron prendas vocearlo en la capital y ante público entendido, por estar seguro de su afirmación.
Los gustos y las tradiciones se mantienen por encima de recetas cursis y de modas pasajeras
Pues en época de callos estamos, ahora todo el año, pero en diciembre, los hosteleros de Noreña destapan las enormes perolas del típico condumio invernal, inundando la villa condalina de gentes ansiosas de ratificar una temporada más, la buena fama que las guisanderas vienen consiguiendo –que sepamos- desde los primeros años del siglo XX que ya son el ayer, cuando iban acompañados de sabadiegos como indica el periódico “El Carbayón” en 1926.
Pero los gustos y las tradiciones se mantienen por encima de recetas cursis y de modas pasajeras, acordándose los nostálgicos de los callos elaborados por Angelina, por Socorro, por Herminia, por Amalia o por María, de las legendarias casas de comidas tan populares como El Sastre, Casa Alfredo, el Fusu, Casa Nicasio o El Gocheru, respectivamente.
Y como el exitoso condumio está asegurado, no estaría demás ampliar también las actividades paralelas entorno a esta celebración por parte de la propia hostelería, sociedad de festejos o ayuntamiento. En el Desarme ovetense tienen la mejor muestra.