POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
En enero de 1996, regresando de México, al avión que sobrevolaba el Atlántico se le averió un motor y aterrizamos de urgencia en las Azores, en el aeropuerto de Lajes, en la isla Terceira; algunos pasajeros perdieron los papeles, y yo, aunque mantuve mi presencia de ánimo, una vez reparado el avión opté por quedarme en la capital, Angra do Heroismo, para celebrar mi renacimiento. En ese guapísimo lugar leí el “Ulises”, de Joyce, maravillosamente aburrido. A Leopold Bloom, protagonista de la novela, dedico estas letras, en el Bloomsday. El 16 de junio de 1904, Joyce tuvo su primera cita seria, un paseo por Ringsend, con la que sería su mujer, Nora Barnacle. Para hoy viernes anuncian un Oviedo nuboso pero, como pretendía el dublinés, trataré de dar la vuelta en contra de la marcha del sol, robarle un día y así acostarme 24 horas más joven, con la cara del jueves.
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