POR FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA
El pasado jueves fue uno de esos días que recuerdo de mi niñez con clara visión, no solamente por la procesión, los primi-comulgantes con sus trajes y vestidos blancos, por el olor a junco recién cortado por las calles por donde luego pasaría la procesión… Además, era uno de esos días en los que se postulaba -no me refiero a hacer posturitas-, se pedía para Cáritas, dedicada a ayudar a las personas en situación de necesidad. Junto con el 12 de octubre, Dia del Domund; y el 19 de marzo, Día del Seminarista; el Día del Corpus señoras y caballeros con ‘vedriolas’ en mano solicitaban un dinero para fines benéficos imponiendo a cambio una banderita alusiva a la causa. En el año 1960, el Día del Corpus Christi, declarado Día Internacional Diocesano de la Caridad, Día de Cáritas.
¿Pero que es Cáritas? Hago un poco historia. Los años 40 y 50 fueron difíciles en toda Europa. Los estragos de la Guerra Civil todavía eran muy recientes y había mucha hambre y miseria entre la población. Para paliar los estragos de esta situación, la Iglesia dio un paso al frente, dispuesta a ayudar a las personas en situación de necesidad. En la Diócesis de Orihuela esta acción se materializó a través de la instauración, dentro de Acción Católica, de una filial llamada Secretariado Diocesano de la Caridad.
La primera gran acción de este organismo se dio en el año 1948, instaurando en todas las parroquias de la Diócesis de Orihuela de un Día de la Caridad, dedicado a recoger fondos para los proyectos caritativos, y a que los párrocos, Juntas y Centros de Acción Católica y asociaciones aprovecharan ese día para hacer difusión de sus obras de caridad, así como para “intentar su organización más eficaz y fecunda”. En 1960, pasó a ser ‘Día Nacional de la Caridad’. Es tal la fuerza y relevancia que el Secretariado Diocesano de Caridad alcanza en estos primeros años, que entre 1954 y 1955 es transformada en una institución autónoma (aún dentro de Acción Católica) llamada ‘Cáritas Diocesana’. Aquí en Torrevieja, entre otras, estaba establecida desde mediados del siglo XIX, la Congregación de las Hijas de María, Acción Católica aglutinando a numerosos hombre, mujeres y jóvenes con diversas actividades, y la Congregación Antoniana.
En Torrevieja ‘Acción Católica’, constituida a mediados de los años cuarenta del pasado siglo, hizo un verdadero esfuerzo en mitigar los efectos del desempleo producido por el ‘paro tecnológico’ ocasionado por la industrialización de las salinas., que ocasionó grandes necesidades y miseria en la ciudad.
A mediado de la década de los 50, ‘Cáritas Diocesana’ tiene una gran fuerza que le permite poner en marcha ambiciosos proyectos de caridad. Es la época de las famosas tómbolas organizadas por la institución, en las cuales se encontraba la de Torrevieja, mediante el sorteo de un coche, se obtenían fondos para poder construir después viviendas para las personas más necesitadas. En estos momentos ‘Cáritas’ no solo se preocupaba por paliar los problemas del hambre y otras necesidades básicas mediante la preparación y reparto de alimentos, o distribución de ropa entre los necesitados, sino que buscaba aquellas zonas de las poblaciones donde existían focos de pobreza y marginalidad y involucrándose en la búsqueda de una vida mejor para sus habitantes.
Desde primeros de julio de 1955, los monaguillos de la iglesia parroquial de Torrevieja se vieron muy atareados llevando, a distintas casas de la localidad, cajas vistosas que contenían muñecas, destinadas a la Tómbola de Caridad que se iba a instalar por vez primera en la población. Se instalaba en el relleno ganado al mar con la construcción del actual muelle pesquero, frente a la plaza Orgullo del Alcalde Waldo Calero, delante de edificio de la Aduana, inaugurándose aquel primer año en la tarde del 23 de julio, día de San Jaime, asistiendo el Obispo de Orihuela, Pablo Barrachina Esteban.
La necesidad de viviendas para los más necesitados hizo que ‘Cáritas Parroquial de Torrevieja” edificara veinte viviendas en la zona Norte de la población, detrás de la llamada ‘calera’, junto a la hoy llamada Ronda de Ricardo Lafuente Aguado, que pasaron a llamarse “Las Casas de Cáritas”. En diciembre de 1966 finaliza la construcción de las primeras diez, que fueron bendecidas y entregadas a familias necesitadas el domingo, 15 de enero de 1967. El lunes, 9 de febrero de 1970, en uno de los salones de la iglesia parroquial de la Inmaculada, fueron entregadas las diez casas restantes.
En tiempos mas recientes hay que pensar en la cantidad de ayudas que solapadamente a realizado, en crisis tan recientes como la pasada del 2008-2009 y la que tenemos encima llamada del ‘coronavirus’, que augura ser aun más severa.
Y si el pasado jueves fue el Corpus, este pasado viernes fue la celebración del Sagrado Corazón de Jesús. devoción que surge en la Iglesia Católica entre los años 1673 y 1675 cuando la monja francesa, santa Margarita María de Alacoque, dice tener unas «visiones» en su monasterio de Paray-le-Monial, en las que Jesús, mostrándole su Corazón, promete su amor y bendición a quienes le recen y veneren.
La jerarquía católica, desde 1765, establece este culto centrando la fiesta en el VIERNES SIGUIENTE AL DIA DEL CORPUS CHRISTI, posteriormente ratificado por Pío IX en 1873 y por León XIII en 1899.
¿Recuerdan? En España fue costumbre muy antigua colocar en la puerta de entrada de las casas una pequeña placa con la imagen del Corazón de Jesús y con texto de BENDECIRÉ ESTA CASA. El pasado viernes, 19 de junio de 2020, fue la fiesta del SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Los torrevejenses del barrio de La Punta, dedicados a su devoción, lo van a recordar ni celebrar. Este año ni ha podido haber fiestas en su honor, pero seguro que protegerá todos los hogares.