POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Se llamaban Cosme y Damián, eran hermanos y eran médicos. Eran cristianos y hacían el bien proporcionando ayuda y salud a quienes precisaban sus servicios. Su vida de fe y de entrega a un ideal no gustó al emperador romano Diocleciano quien, tras repetidos castigos, ordenó decapitarlos en el año 300. Su fiesta se celebra cada 26 de septiembre y se les considera patronos de médicos, cirujanos, farmacéuticos y barberos.
¿De barberos? Pues sí, porque antiguamente los barberos ejercían, un tanto a lo bruto, el oficio de dentistas.
La parroquia colunguesa de CARRANDI, bajo la advocación de SANTA ÚRSULA, venera con especial devoción a los Santos Mártires COSME Y DAMIÁN. Santos a los que, hace de esto muchos años, DON FRANCISCO SUÁREZ BUSTILLO, coadjutor-organista de la parroquia de Colunga, compuso (letra y música) estos loores a modo de himno.
Aunque es un texto largo, lo reproducimos Íntegramente:
«Pues sois delante de Dios / abogados poderosos;
sed nuestros intercesores / ¡oh, Cosme y Damián, gloriosos».
1.- Al estudio consagrados / la medicina emprendisteis
y a los pobres socorristeis / en sus males desgraciados;
con milagros portentosos / ahuyentasteis sus dolores.
2.- Los enfermos que acudieron / a vosotros con sus males
inveterados, fatales / el remedio recibieron.
Vuestro celo cuidadoso / los libertó de temores.
3.- Con la señal de la Cruz / curas notables hicisteis
y con ella devolvisteis /a mil pobres la salud.
Estos hechos prodigiosos / os atrajeron honores.
4.- Vuestro nombre fue invocado / con segura confianza,
pues era él la esperanza / del triste desconsolado
que con ardor fervoroso / os llamaba en sus dolores.
5.- Los gentiles os persiguen / con rabia y grande furor,
mas os defiende el Señor / y su intento no consiguen.
De tormentos horrorosos / fuisteis siempre vencedores.
6.- El vil tirano creyó / acobardar vuestro celo
con tormentos, pero el cielo / de firmeza os revistió
y con pecho poderoso / despreciasteis sus rigores.
7.-Al mar fuisteis arrojados / pero el Señor os libró;
un ángel suyo envió / para, ilesos, de él sacaros;
y a tierra vueltos, gozosos, / entonasteis sus loores.
8.- Pensando que el fuego haría / lo que el agua no pudiera
os arrojan a una hoguera / con furor y saña impía;
pero el cielo cuidadoso / os libró de sus ardores.
9.- En vano, blanco os hicieron / de sus dardos y saetas;
sin fuerzas quedaron estas / y dañaros no pudieron.
Tantos hechos milagrosos / os declaran vencedores,
10.- Vuestro fervor y constancia / premiado ha sido en el cielo
donde sois nuestro consuelo / nuestro auxilio y esperanza.
¡Oh, médicos prodigiosos, / escuchad nuestros clamores!
11.- En el ecúleo tendidos / con duras cuerdas atados,
cruelmente atormentados / no exhalasteis un gemido;
y al tormento doloroso / fuisteis, por Dios, superiores.
12.- En CARRANDI venerados / sois con gran devoción;
y sus hijos, protección / piden ante vuestros tronos.
Hacedles, Santos piadosos, / de vuestra gracia acreedores»
Posiblemente al leer la estrofa Nº 11 alguien se haya extrañado con la palabra ECÚLEO. Así se designaba al POTRO o BANCO DE TORTURA en el que el reo , atado de pies y manos, era descoyuntado merced a la acción de un torno que estiraba sus extremidades provocando intensos dolores.
NOTA.- El texto de estos loores me ha sido facilitado por MARITA GUTIÉRREZ VICTORERO y el dibujo a plumilla que ilustra este comentario es obra del pintor, oriundo colungués, JOAQUÍN GARCÍA MONTOTO.
Quiero dedicar este trabajo a mi excelente amigo DON ENRIQUE SUERO, periodista conocido como JAVIER DE MONTINI, nacido en LA CEPADA (CARRANDI), siempre propicio a exaltar las bellezas y las historia de su parroquia y de su concejo.