POR JOSÉ DIONISIO COLINAS LOBATO, CRONISTA OFICIAL DE LA BAÑEZA (LEÓN)

Amigo Kike: No pudiste escoger mejor día para dejarnos y darnos tu despedida; día en que la noche bañezana esperaba con ansiedad esa llegada de un carnaval, esta vez algo americano, “Halloween”, lleno de terror y de muerte para el final de tu vida.

Siempre he sentido un gran cariño por la familia Iglesias-Aller y por vuestra casa, aquella junto a la ermita de Nuestra Señora de las Angustias y que tu abuelo don Juan de Aller Laciana, con esfuerzo, ahorro y trabajo levantó, según acta de fecha 26 de junio de 1922, siendo juez de la Cofradía don Eustaquio Carnicero.

Siempre, desde muy pequeños, nos unió esa gran amistad, en especial con tu hermano Fernando –Nandi, como así le llaman tu familia y nosotros–, así como tus otros hermanos, Marisa y Martín-Quinito, este sobre todo con mi hermano Antonio y su estancia en Milán.

Sí, en vuestra casa fueron muchos los momentos vividos al calor y a la alegría de tu madre Teresa, de la que guardo muchos recuerdos de mi infancia, de sus días grandes de mascarada cuando tú ya participabas con ella, así como en otras actuaciones teatrales juveniles que en el barrio de “Triana” se daban; o las largas tardes de los veranos, cuando tu juventud buscaba la fresca ribera de nuestros ríos, en especial el “Tuerto” y el puente de ferrosos arcos de la reina María Victoria, más conocido por “Puente de Requejo”.

Llegada tu madurez, la semilla carnavalera y festiva siguió inquietando tu vida, pues contigo llegó la modernidad de nuestros bares bañezanos, abriendo Tiffanys, Hollywood y Salamanca;

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Fuente: http://adelantobanezano.com/