POR JOSÉ SALVADOR MURGUI ,CRONISTA OFICIAL DE CASINOS Y ACADÉMICO DE LA REAL ACADEMIA DEL CULTURA VALENCIANA
Los Bandos, siempre sorprenden, a las catorce horas llega la noticia de que ha fallecido Anita Paredes Zapata, más conocida como “Anita la Cartagenera”, el entierro será el día cinco a las once horas.
Esta noticia sobre la muerte siempre nos sorprende y no te deja indiferente cuando es una mujer que ha sobrepasado los cien años. Pero no quiero hablar del centenario, sino de la vida honrada de una mujer que vivió intensamente.
Anita “la Cartagenera” posiblemente sería oriunda de esta ciudad y a finales de la década de 1940, contrajo matrimonio con Vicente Merino, instalando en su hogar en Casinos. De este matrimonio nacieron tres hijos, Vicente, Adrian y José María.
En este momento pienso en el dolor que sufrió en su vida Anita, el hijo pequeño José María desde pequeño sufrió una enfermedad que le impedía andar. Hagamos memoria en la década de los años cincuenta, lo que era sufrir esa dolencia, José María con sus muletas y con su carrito a pedal manual. ¡Cuantos recuerdos de la escuela, de la plaza… de Casinos!
Anita se volcó con su hijo, hasta que su hijo ya mayor de edad, decidió marchar a Madrid, a conocer un nuevo mundo, a tener una vida más intensa, a conocer un mundo mejor. Casinos era tan pequeño y Madrid era tan grande, que José María se difuminó entre los rincones de la ciudad.
Anita sufrió en silencio ese golpe y otros golpes que duramente le acumuló el tiempo, pero a esta mujer nunca la vimos ni hundida, ni resignada.
Sus hijos Vicente que tiene una hija y Adrian, dos hijos, compaginaron su trabajo desde muy jóvenes con el juego de fútbol. En Casinos demostraban su arrojo en el terreno de juego, de tal forma que en los años 1965 – 66, los fichó en él Valencia juvenil. Siempre vinculados al trabajo y al deporte.
Dos nietos: Adrian tan aficionadlo al vuelo de las palomas mensajeras y José María Mérino que con siete años ya empezó a jugar en le Casinos C F, además de jugar en Lliria y en Villar del Arzobispo. A los dieciséis años entró en la Selección A Valenciana, fichando en la Sub. 17 y en la División de honor, llegando a jugar en Equipos de la altura del Castellón y el Valencia B debutando en primera con el entrenador en Rafa Benítez.
Después en el Castellón en segunda división. Pasando al Hercules de Alacant Segunda división ( logrando el ascenso) y fue el máximo goleador. También formó parte de Selección Valencia promesas. Siguió en el Denia de Segunda división, teniendo en cuenta que no dejo nunca de arropar a su equipo, al Casinos, con el que está unido desde siempre, siendo entrenador junto a su primo Rafa Guillem.
Su abuela podía sentirse orgullosa de estos triunfos de su familia y esto le ha acompañando hasta su ultimo momento.
El calor de su hogar, su familia, sus vecinos, han sido testigos de cómo la vida se apaga y el paso de los años redimen el amor de una mujer valiente que supo adaptarse a los tiempos que le tocó vivir.
Descansa en paz Anita… los caminos de la eternidad esperan tu llegada serena.