POR JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA)
Cada tres de febrero el calendario de las fiestas litúrgicas nos recuerdan la celebración de San Blas, que fue médico, obispo de Sebaste en Armenia, y mártir cristiano. Su vida fue eremítica en una cueva en el bosque del monte Argeus, que convirtió en su sede episcopal, y que con el paso de los años se convirtió en abogado contra los males de garganta.
Muchos pueblos lo tienen por patrón celebrando con diferentes actos, que recuerdan la popularidad del santo, y que esas tradiciones forman parte de la vida de cada comunidad tanto vecinal como parroquial.
Casinos desde 1789 celebra cada tres de febrero esta fiesta con la bendición de los panes y rollos de San Blas, que tradicionalmente vendían las hijas de María para recaudar fondos para la fiesta, y una vez desparecida esta fiesta fueron las Clavariesas de la Virgen de los Dolores las encargadas de continuar con esta costumbre.
Este año no hay Clavariesas, pero si se ha mantenido la costumbre y en la Eucaristía del día de la fiesta fueron muchos vecinos de Casinos los que acudieron a la Parroquia de Santa Bárbara para que fueran bendecidos los panes. Fue un momento agradable, pues además del encanto que pueda suponer el acto, los panes estaban en cestas cubiertas con paños de acertados bordados y selectos colores, siendo esta una forma de mantener viva la tradición.
Una señora me comentaba, «Esta servilleta, con la que cubría los panes es de la abuela secretaria (su esposo fue en el siglo pasado secretario del Ayuntamiento de Casinos), y la cesta también es muy antigua » Más de cien cestas bendijo el Cura Párroco de Casinos, Enrique Saiz, el que advirtió del buen aroma que se respiraba en el altar mayor.
San Blai ayer recibió el homenaje de las vecinas y vecinos de Casinos, que además de participar en la fiesta, después pudimos degustar esos panes que forman parte del recetario gastronómico de Casinos.
Si alguien quiere probarlos la tarde del 16 de agosto, también se venden en la Ermita de San Roque.