POR JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA)
Serafina Cervera: Su nombre poco puede decir, su edad superior a los noventa y cinco años, puede quedar sepultada en la historia, por tratarse de una persona mayor, pero su vida formará parte de la historia de Casinos a partir de la década de los años cincuenta del siglo pasado.
Serafina, fue esposa de Hazael Sagaseta Jarrín, heredero de esa maravillosa herencia, que tanto nombre le ha dado y le da a Casinos. De la unión de ese matrimonio nació aquel famoso Bar Texas, esa impresionante fachada que ha sido portada de periódicos, de artículos de prensa y de historia de nuestra Villa, la imagen que siempre se ha visto al entrar a Casinos por la carretera, la anterior Comarcal 234, y la moderna y actual Avenida de Valencia, no es difícil encontrar el cartel que le da nombre a nuestras peladillas «GLORIA».
Gloria es el nombre que puso la tía Loreto, madre de Hazael a las Peladillas de Casinos, Gloria es lo que han sido estos dulces para todos, y Gloria es la mejor tarjeta de identificación puede tener un pueblo a la hora de manifestar su espíritu.
Recordado Bar Texas, recordado estanco, recordada lotería el paso de los años, fue la mejor escuela a la que Serafina supo adaptarse y la escuela de esa esquina fue la mejor universidad que promocionó nuestra historia.
De cada casa de ese camino se puede hacer una historia, pero hoy la hermana e inesperada muerte nos recuerda el paso por la vida de este matrimonio que fue Serafina y Hazael, con ellos se rompe el eslabón de una historia de amor, pero con ellos se aprende que la historia queda escrita, que se renueva, que se adapta y que se mejora. Porque Serafina a la que hoy despedimos, fue testigo fiel del desarrollo comercial de Casinos.
Se fue Serafina el domingo anterior a la Feria del Dulce Artesano de Casinos, recuerdo el año 2000, primer año de esa GLORIOSA FERIA, mi reunión con su marido Hazael, para escribir la historia de su abuelo, Manuel Jarrín, el fundador de las Peladillas de Casinos, reunión que fue aderezada con unas sabrosas y dulces peladillas que el mismo Hazael preparó para aquel encuentro en mi casa.
Antonio Gabarda: Toni. Toni, sufrió una larga enfermedad a causa de la Hepatitis C, Toni fue portada de los periódicos en diciembre del año 2014, por aquello del medicamento «Sovaldi» y la esperanza en un trasplante de hígado. Han sido años de sufrimiento, años de hospitales, años de valentía para afrontar y enfrentarse con una dura enfermedad, y años de esperanza.
Por fin llegó el trasplante, esas horas largas, amargas, de sedación, de aceptarlo o no aceptarlo, la palabra clave es «rechazo» ya que se está intentando salvar una vida y toda eficiencia y eficacia es la base para superar la prueba. Y afortunadamente no hubo rechazo, con el tiempo pudimos ver a un Toni nuevo, el mismo relataba las mejorías obtenidas, era como nacer de nuevo: podía vivir, podía conducir, podía dentro de unas limitaciones hacer vida casi normal.
Recuerdo que un año en la romería de la Cueva Sant, que cada año se celebra el último domingo de junio en el pueblo de Casinos, Toni llego a portar las andas de la imagen en un arresto de valentía y agradecimiento.
¿Porque escribo de Toni? Porque fue un paciente esperanzado, ilusionado y trasplantado de hígado, esas historias no deben olvidarse en los pueblos, porque las personas anónimas, sencillas, camioneros, agricultores son los que hacen posible que los pueblos sumen y vayan a más.
Toni, deja una esposa, Rosa, eterna sufridora a su lado, que supo poner la sal en la justa medida para aderezar esa vida marcada por los sinsabores del dolor. Sus hijos Carlos y Toni, músicos y apreciados por todos, aunque quiero referenciar en estos momentos a Toni, «Toby», el alma del «Chicuelo», Festers de este año 2020, pero sobre todo artista donde los haya que nos ha hechos disfrutar siempre con sus maravillosas actuaciones los escenarios, como actor y como cantante.
Es el mejor legado que pueden dejar unos padres, la sucesión en los hijos.
A estas dos familias, desde estas humildes líneas, les acompañamos en el dolor del momento, porque que a nadie se le olvide, esta vida es un paso fugaz, esta vida es un momento y el momento si no se llena de amor, corre el riesgo de quedarse vacío.