NOS HABLA DE LA FERIA DEL DULCE ARTESANO, EL QUE FUE SU FUNDADOR Y ALCALDE DE CASINOS EN EL 2000: JOSÉ SALVADOR MURGUI SORIANO.
«Casinos dulce aldea, pueblo de mi corazón, dime que no me olvidas, que muy pronto volveré yo. Vuelve a Casinos en busca de aquel amor…»
Así se expresaban cantando las personas que a finales del siglo anterior y principios del siglo XX venían del campo a pie o en carro de caballos, recorriendo los caminos del campo después de una dura jornada de trabajo cuando la recolección de la uva o la almendra, tradición centenaria de la agricultura local de Casinos.
Vuelve a Casinos en busca de aquel amor… vuelve a Casinos en busca de la seducción. Casinos pueblo dulce por antonomasia, vio la primera luz de las peladillas a finales de los años mil ochocientos, posiblemente sería, casi en mil novecientos noventa, cuando Manuel Jarrín, el Guardia civil gallego de Puebla de Trives (en gallego, y oficialmente, A Pobra de Trives), situado en la provincia de Orense, se afincó en Casinos, después de casarse con la jovencísima Carmen Murgui, nieta de los fundadores de Casinos, y aprender el oficio de las peladillas y turrones en Alpuente, lugar destinado por su cargo, y se instaló en Casinos para emprender el glorioso imperio de hacernos un pueblo famoso por los dulces que él nos legó.
Recuerdo la ilusión del año 2000, por empezar esta Feria, la I Feria del Dulce Artesano, reunido con Hazael Sagaseta Jarrín, uno de los nietos de Manuel Jarrín, quien me contaba con dulces palabras el inicio de aquella historia de amor, gracias a su testimonio, pudimos elaborar el perfil del fundador de las peladillas, y pudimos empezar a abrir el maravilloso escaparate de una Feria Dulce y deliciosa que hace del mes de noviembre un mes alegre, simpático y abierto al mundo para mostrar que Casinos es la puerta que conduce a la Navidad.
Año 2000… 2001.. 2002… y ya estamos en el 2017, pronto celebraremos los XXV años de la feria ¡qué emoción! Celebrar las bodas de plata de un evento que ha dado a conocer en positivo a nuestro pueblo. Escribo estas palabras lleno de gratitud, lleno de gozo y entusiasmo, y sobre todo, cargadas de sentimiento hacia quienes lo han hecho posible, quienes me ayudaron de forma incondicional, a todos sin olvidar a nadie –la liste es tan larga-; y a quienes cada día, cada hora, cada minuto se esfuerzan por ser más profesionales, más dulces, más exquisitos y mejores.
Casinos es eso, en un mundo globalizado da una muestra de su presencia, y esa presencia se manifiesta con sabor dulce, ante un mundo cargado de noticias amargas, con sabor de colores ante momentos grises, con melodías sensuales ante noticias espantosas que nos bombardean a cada momento, y lo que es más grande con un mensaje dinámico, porque cada peladilla de Casinos, cada trozo de turrón, sabe a gloria, transmite dulzura, y empapa el alma de exquisito embrujo. Es el néctar del cielo.
Son muchos sabores, son grandes innovaciones, son fuertes aromas a chocolates, frutas, licores, pero la esencia de aquel turrón blanco, del turrón amarillo… o del que es almendra con azúcar y miel, jamás nos dejan de sorprender y alegrar.
2017, XVIII Feria del dulce artesano, abanico de actos, surtido abanico de eventos, música que alegra el alma, fuegos que encienden el espacio, pero sobre todo, trabajo abnegado de quienes han sabido mantener una tradición que sabe a historia cargada de dulzura. Es el mejor momento para venir a Casinos, «vuelve a Casinos en busca de aquel turrón», vuelve a Casinos, en busca de aquella mistela dulce, vuelve a Casinos que te espera el mejor aceite de oliva, y sobre todo ven a Casinos porque es la vida de los sentidos.
Que orgullo tan grande para una persona, ver que su pueblo tiene vida, y que su pueblo tiene una marca, que se ha conseguido gracias a que todos los que en un momento creímos que era posible, nos presentarnos ante el mundo con esa joya tan valiosa y artesana que son nuestras peladillas, turrones y los buenos caldos que las acompañan.
Que nadie se engañe, esta Feria es de TODOS, y sobre todo y por encima de todo es de los que cada año la hacen posible: El Ayuntamiento con sus solventes Equipos de Gobierno, y los buenos artesanos que saben elaborar productos de primera calidad, conocidos ya en todos los continentes. Este año las Peladillas y los turrones han llegado a Egipto y a Puerto Rico, además de otros los destinos nacionales e internacionales como puedan ser Sevilla, Madrid, Roma, París, Polonia, Guatemala, Perú, Madagascar, República Centroafricana, Cuba… nuestras peladillas y turrones, tienen experiencia en cruzar el charco y surcar vientos y mares. Siempre en positivo. Y buscando darlas a conocer para descubrir nuevos mercados. Aquí no vale la palabrería, la única verdad son los hechos que se presentan y que avalan una historia que empezó en el año 2000.
Casinos espera el último fin de semana de noviembre, para ser noticia en positivo, para aportar su grano de vida a la historia, y para construir un mundo mejor, apostando por el comercio, la industria artesana, y la creación de empleo.
¡Exitosa feria del dulce artesano, para todos, y pensemos que Casinos esas fechas debe ser hospitalario, abierto, entrañable y acogedor, porque todo el que viene a Casinos, vuelve como decía la canción «en busca de aquel amor», vuelve en busca de aquella seducción que lleva por nombre peladilla y apellido turrón.
Y no quiero terminar sin un recuerdo especial a la I Madrina que tuvo nuestra Feria, este año ya no está entre nosotros… se fue volando el pasado mes de marzo, si ese recuerdo especial a Paloma Gómez Borrero, que siempre que nos encontrábamos solicitaba el pago de aquella deuda, deuda que era pagada con una «casca», turrón de yema tostada, o alguna torta imperial. Paloma si me lees, ¡Gracias por todo lo que has hecho por Casinos! Tú supiste hacer tuyas nuestras peladillas, y allá donde íbamos juntos, siempre las usábamos como tarjeta de presentación.
Esa es nuestra Feria del Dulce Artesano: mostrar al mundo que Casinos es único, fue capaz de llenar una piscina con vino, y en la actualidad ha conseguido que Embajadores, Monarcas y Papas saboreen nuestros dulces y que un santo como Juan Pablo II, tuviera nuestros dulces como postre distinguido. Os espero en Casinos el último fin de semana de noviembre ¡Visca Casinos!. JOSÉ SALVADOR MURGUI