CATALINA URBANEJA EXPRESIDENTA DE CILNIANA: «HAY PERSONAS MUY VALIOSAS QUE PUEDEN DAR A CILNIANA UNA ENERGÍA DE LA QUE YO CAREZCO»
Abr 03 2016

TRAS 10 AÑOS EN EL CARGO, CATALINA URBANEJA, CRONISTA OFICIAL DE INTÁN (MÁLAGA), ABANDONA LA PRESIDENCIA DE CILNIANA EN FAVOR DEL ARCHIVERO MUNICIPAL, FRANCISCO DE ASÍS LÓPEZ

Urbaneja, en un momento de la entrevista, en Miraflores. :: josele-lanza
Urbaneja, en un momento de la entrevista, en Miraflores. :: josele-lanza

Catalina Urbaneja, cronista oficial de Istán, dice adiós a la presidencia de Cilniana en favor del archivero municipal, Francisco de Asís López. Después de una década al frente de la asociación nacida en Marbella en la era GIL para defender el patrimonio, abandona la primera línea para ocupar la vicepresidencia. Esta doctora en Historia Moderna por la Universidad de Málaga, que ha ejercido los últimos 31 años como funcionaria de la Agencia Tributaria, puesto en el que se acaba de jubilar, afirma con sencillez que hay personas «muy valiosas» que pueden dar a Cilniana una energía de la que ella carece. Madre de dos hijos y abuela de la pequeña Ángela, Urbaneja se declara poco amiga de dar consejos y menos a su sucesor: «Tiene sus ideas muy claras, unos proyectos muy interesantes y no seré yo quien trate de imponer mis criterios, que para eso me hubiera vuelto a presentar como presidenta», asegura.

-¿Qué balance hace de su gestión como presidenta?

-Eso tendría que preguntárselo a los socios, que son los que pueden valorarla. Sólo puedo decir que he intentado en todo momento cumplir con los objetivos de Cilniana en cuanto a la protección del Patrimonio y, fundamentalmente, estar alerta, no bajar la guardia. Para ello hemos tratado de implicar tanto a los ciudadanos como a las instituciones y, en la medida de lo posible, protegerlo en los términos que establece la Ley del Patrimonio. La colaboración ciudadana es imprescindible y por fortuna, muchas de nuestras actuaciones han sido originadas por denuncias de particulares a los que siempre estaré agradecida.

-Abandona la primera línea, pero seguirá trabajando por Cilniana desde la vicepresidencia, ¿a qué se debe este paso atrás?

-No es un paso atrás, sino todo lo contrario, es dejar pasar a las nuevas ideas. Los cargos no deben patrimonializarse y una década es demasiado tiempo porque se agotan las ideas y eso no es bueno. Hay personas muy valiosas que pueden dar a Cilniana una energía de la que yo carezco. Me siento orgullosa porque han querido contar conmigo, en este caso como vicepresidenta con unos cometidos muy concretos, y espero estar a la altura de esta confianza. Por otra parte, dejar la primera línea me va a permitir disponer de más tiempo para centrarme en unos proyectos que andan por ahí aletargados.

– Los retos en términos de protección de patrimonio son muchos, ¿pero cuál es el más urgente al que tiene que enfrentarse la asociación?

-Personalmente me preocupa la medusa de río Verde. Al principio pensé que las teselas aparecerían en cualquier momento, cuando comprobaran que por sí mismas no tienen el valor que en principio podían imaginar. Sin embargo, siguen sin aparecer, lo que está impidiendo la restauración del mosaico. Es triste comprobar que existen personas tan insensibles ante el patrimonio de Marbella. Hay un segundo asunto no alcanzado en mi gestión al frente de Cilniana, como es el arqueólogo municipal, una figura necesaria y que el Ayuntamiento se ha negado a contratar sistemáticamente. No entiendo las razones, pero ahí seguimos, en una lucha abocada al fracaso. salvo que ocurra un milagro.

-Cilniana ha encabezado luchas históricas para la comarca, sobre todo para la protección de los vestigios en la era GIL. ¿Cuál ha sido su cometido en los últimos años? ¿Ha bajado el ritmo de trabajo?

-Cilniana nació como revulsivo contra las incontroladas agresiones del gobierno GIL, una época convulsa y muy negativa para nuestra ciudad. Luego, con la Gestora, empezaron a cambiar las cosas y Paco Moreno, desde la Delegación de Cultura, nos metió con calzador en todos los grupos de trabajo en los que podíamos aportar algo. A partir de ahí, Cilniana ha sido tenida en cuenta en los siguientes gobiernos municipales -sin que por ello tuviéramos que renunciar a nuestros principios- porque no somos un enemigo a batir, sino un aliado que puede aportar una experiencia y unos conocimientos prácticos que redunden en beneficio de todos. Nuestro cometido en los últimos años es el mismo que nos movió a fundar Cilniana: difundir y proteger el Patrimonio y en esa línea hemos conseguido incluir en el Catálogo del Patrimonio de Andalucía algunos edificios que estaban condenados a muerte, como son la Marina de Marbella o el Trapiche del Prado. Esto no significa que la protección oficial sea suficiente para darles una mayor calidad de vida. Ahí tenemos el Trapiche, que agoniza lentamente sin que se le aplique ningún remedio que evite su destrucción. Pero así son las cosas. Marbella, que tiene un patrimonio interesante, es una madre poco generosa.

-Llama la atención que una asociación como esta no tenga sede abierta al público y un espacio donde sus miembros puedan trabajar. ¿Han pedido el apoyo del Ayuntamiento en este sentido?

-Desde el año 2000 hemos cursado sistemáticamente solicitudes para que nos cedan un local tal y como lo tienen otras agrupaciones y jamás lo hemos conseguido. En los diez años que he presidido Cilniana se han presentado siete peticiones y nunca nos contestaron. El gobierno del PP dijo en un pleno que «estaban en ello» y no lo hicieron. Ahora no han cambiado las cosas. En una charla informal con Miguel Díaz supe que ya se estaba gestionando un local en una ubicación concreta, que no voy a decir por el momento, pero hace unos días me enteré de que le habían dado otra ocupación. Como ve, sea cual sea el color de quienes nos gobiernan, no interesa que Cilniana tenga un lugar de reuniones y en el que atender a los ciudadanos que se preocupan por el patrimonio.

-Entonces, ¿cómo hacen para almacenar las publicaciones, estudios y documentos con los que trabajan?

-El ‘patrimonio’ de Cilniana consiste en tres armarios que tenemos en un aula del Centro de Adultos de Miraflores que, por cierto, va a cerrar cuando finalice el curso. Entonces seremos desahuciados y nos veremos en la calle, sin tener donde colocar nuestros archivos, publicaciones y poco más. No es una novedad si digo que carecemos incluso de ordenador porque no tenemos donde colocarlo. Hasta ahora, hemos sido los socios los que aportamos nuestro propio material e, incluso, quienes custodiamos las publicaciones (que andan dispersas en las casas de quienes tienen espacio para acogerlas). Me gustaría que quedara muy claro mi pesar porque, tras 20 años de gestión y con un elevado número de socios, Cilniana no ha merecido la atención del Ayuntamiento, que concede locales a su libre albedrío y nos excluye sistemáticamente de la lista de candidatos.

-¿Algún consejo para el nuevo presidente?

-Dios me libre de aconsejar a nadie. Es una responsabilidad que no me gusta asumir. El nuevo presidente tiene sus ideas muy claras, unos proyectos muy interesantes y no seré yo quien trate de imponer mis criterios, que para eso me hubiera vuelto a presentar como presidenta. Creo que la nueva directiva es muy competente y estoy convencida de que dará a Cilniana el impulso necesario para mantenerse en la primera línea en cuanto a defensa y protección del patrimonio.

Fuente: http://www.diariosur.es/ – Nieves Castro

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