CEFERINO DE BLAS, CRONISTA OFICIAL DE VIGO (PONTEVEDRA): «ES EL RELATO DE LA RELACIÓN DE AMOR ENTRE VIGO Y SU PERIÓDICO DURANTE 164 AÑOS»
Oct 31 2017

«LO DICE EL FARO» ES UNA EXPRESIÓN POPULAR QUE DEFINE SU ENORME CREDIBILIDAD

El Cronista Oficial de Vigo, Ceferino de Blas, en su domicilio junto al libro y con la ría de fondo. // M.G.B.

Ceferino de Blas publica «Donde los periódicos son faros», la historia del decano de la prensa española, FARO DE VIGO, en la que el Cronista Oficial también explica el vínculo único entre el periódico y la ciudad de Vigo. «Es admirable que haya gente que diga que aprendió a leer en sus páginas», subraya.

– ¿Por qué se titula el libro, «Donde los periódicos son faros»?

-Cuando se escribe una obra, lo más importante es el título, que enuncia la tesis, el resumen de lo que contiene. En este caso es la conexión entre el periódico y sus lectores, que ocupan un territorio natural, que tiene su centralidad en la ciudad que le da nombre. FARO DE VIGO nació para iluminar y dar un cauce de expresión a la gente, y caló tanto que se convirtió en un concepto genérico. Llegado un momento, todos los periódicos son «faros», a semejanza del original.

– ¿Cómo ocurrió?

-En 1952, durante una conferencia en Madrid, Camilo José Cela expresó por primera vez en público lo que era un dicho generalizado en el sur de Galicia: que llamaban «faros» a todos los periódicos. Lo repetirá más tarde en sus «Memorias de juventud». De ahí el título del libro.

– ¿Qué significa esta historia de FARO?

-Trata de explicar la relación que existe entre la ciudad y el periódico. La respuesta es que se produce una simbiosis, una fusión entre ambos. Lo definiría como una relación de amor, monógama, inquebrantable, del periódico y la ciudad, durante 164 años. Se produce una conexión tan intensa entre Vigo y el FARO que resulta difícil de explicar para quien no viva aquí. Como el viguismo, tiene mucho de espiritual, de mística.

– ¿Hay similitudes en la prensa española?

-No existe en la historia de España y del periodismo español nada comparable entre una ciudad y ninguno de sus periódicos. Incluso entre aquellos que llevan el nombre de la población respectiva en el título. En ningún otro sitio se percibe el periódico tan propio como ocurre con FARO en su entorno. En ningún otro sitio se escucha a la gente decir que aprendió a leer en un periódico. Esa comunión explica que haya durado tanto, cuando miles de periódicos en España y centenares en Galicia han desaparecido, desde que fue fundado el FARO.

– ¿Significa eso que no tuvo competencia a lo largo de la historia?

-Al contrario, la tuvo desde el primer momento. Ha habido muchos competidores que quisieron desbancarlo. Tres años después de aparecer ya se funda el primer rival, «La Oliva», en 1856, impulsado por personalidades poderosas, como los Chao. Después «El Miño» que llegó a dirigir Manuel Murguía durante un breve periodo, con Rosalía a su lado. Más tarde aparecerán los rivales más poderosos «La Concordia», «Galicia» y «El pueblo gallego». Sin contar los rivales regionales.

– ¿También se habla de esos periódicos en el libro?

-Por supuesto. No solo es la historia de FARO, podría decirse que el libro da un repaso a la prensa viguesa. Y a la gallega. FARO constata la aparición de muchos periódicos, incluida «La Voz de Galicia» y «El Correo Gallego», el original, el que nació en Ferrol. De algunos relata el nacimiento y la muerte, porque ha habido multitud de periódicos en el siglo XIX y primer tercio del XX.

– ¿Tenían credibilidad los periódicos?

-No olvidemos que el periódico era el único medio de comunicación de masas. La radio no llega a Vigo hasta 1934. Durante muchas décadas las noticias y las ideas sólo se transmitían a través de los periódicos. Muchos eran de partido, pero los independientes eran fiables. «Lo dijo el Faro», es una expresión popular que se oía con frecuencia, y aún se escucha. Era la garantía de veracidad.

– ¿Cuánto tiempo dedicó a escribir el libro?

-Años. Es uno de esos libros que nunca tiene fin, porque a medida que lo elaboras surgen nuevos datos que piensas que habría que incluir. Pero alguna vez hay que concluir y poner la palabra fin. Y pensar que lo que falta queda para nuevos investigadores.

– ¿El resultado ha sido satisfactorio?

-En una obra de estas características nunca existe plena satisfacción. Necesitaría otro repaso, mejores fotografías y una tipografía más legible. Pero en términos generales, sí. Lo considero mi aportación como Cronista Oficial de la Ciudad al acervo cultural de Vigo. Aporta muchos datos para los investigadores y para lectores a quienes interesa la historia del hábitat farista.

– ¿Ha tenido colaboraciones?

-Sí. Quiero expresar mi agradecimiento a toda la gente del FARO, en especial a los veteranos, que me aportaron muchos datos, aclarado dudas, incluso fotografías. Y muy expresamente a Quico Freire, autor de la maquetación del libro, y a Simón Espinosa, creador de la portada. Es una obra colectiva.

– ¿Cómo se estructura el libro?

-Una historia de más de 160 años es difícil de enhebrar. Tiene partes temáticas, en las que toca los asuntos de interés de la ciudad y la intrahistoria del periódico, pero sigue una secuencia cronológica, en la que se resume año a año lo que acontece. Cuenta la trayectoria de la familia Lema, que ya en los primeros años se hace con la propiedad del periódico, y de ahí que el patriarca, Ángel de Lema, figure como fundador.

– ¿No lo fue?

-FARO fue una fundación colectiva, en la que participaron el primer director, el jurista José Carvajal Pereira, y su primo el poeta del Rexurdimento, José María Posada Pereira, que fue quien puso nombre al periódico, y el único que tenía experiencia periodística. Ángel de Lema fue el impresor y quien sostuvo el periódico en los momentos difíciles, en los que se hace con la propiedad. Por eso se le conoce como el fundador.

– ¿Qué supuso la llegada de Prensa Ibérica en 1986?

-La solución a un problema que atravesaba la empresa, como otras empresas periodísticas en aquella época. Eran momentos difíciles para los periódicos. Alguno con tanta antigüedad y prestigio como «Diario de Barcelona» o «La Gaceta del Norte», líder en el País Vasco, acabaron cerrando. Por tanto, la llegada de Prensa Ibérica en octubre de 1986, con Javier Moll al frente, fue una garantía para la supervivencia del FARO.

– ¿Era el primer grupo de prensa que llegaba a Galicia?

-Hasta entonces las empresas de prensa gallegas eran familiares. Con Prensa Ibérica no sólo llegaba un gran grupo de comunicación regional, sino lo que podríamos llamar el ideario de EPI: la independencia, la objetividad, la pluralidad y el compromiso con el territorio. Esto último, el compromiso con el territorio, es lo que caracteriza al FARO desde su fundación en 1853. Es la clave de que haya llegado a cumplir 164 años con esta lozanía.

Fuente: http://www.farodevigo.es/

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