CELEBRANDO EL 450 ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE LEPANTO
POR MANUEL GONZALEZ RAMIREZ, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD Y EL ESTADO DE ZACATECAS
Aquí, frente a la tumba de don Álvaro de Bazán, uno de los grandes de España que hicieron posible la victoria en la Batalla de Lepanto de octubre de 1571, al lado de Juan de Austria.
Si se me permite el paralelismo: Bazán fue para Juan de Austria, lo que el general Felipe Ángeles fue para el general Francisco Villa, en la batalla y toma de Zacatecas de junio de 1914.
Formada tras larga dilación la Santa Liga contra el Turco, se puso al frente de las escuadras cristianas a Juan de Austria, y en el plan de batalla se asignó a Álvaro de Bazán la reserva o “socorro”.
Reunida la flota en Mesina, arrumbó a Corfú (16 de septiembre de 1571); el 27 de ese mismo mes fue informada de la presencia de la flota turca en Lepanto y, tras hacer aguada en Cefalonia, se dirigió en su busca. Poco antes había tenido lugar un acontecimiento que puso la misión en peligro.
Con motivo del refuerzo de tropas que precisaban las galeras venecianas, había embarcado en ellas con su compañía un capitán italiano que incurrió en las iras del general de esa República, Sebastián Veniero, quien ordenó ahorcarle sin tener atribuciones para ello. Ante el desacato que se hacía a Juan de Austria, éste reunió su consejo de guerra, en el que buena parte de sus colaboradores se manifestó partidaria de renunciar a seguir cooperando con los venecianos, pero el flamante marqués de Santa Cruz expuso que se debía seguir adelante, ya que el interés de la cristiandad lo exigía, y así lo determinó también Juan de Austria.
Alí Pashá, el generalísimo turco, enterado a su vez de la presencia cristiana, arrumbó hacia Cefalonia, y ambas flotas se encontraron el 7 de octubre, siendo la turca superior en barcos y muy equilibradas las dos en fuerzas embarcadas.
De nuevo se consultó a Bazán sobre si se debía luchar o esperar acontecimientos en un puerto resguardado, y se aceptó su parecer de presentar combate de inmediato, para lo que adoptaron ambas escuadras una formación similar de combate, “en águila”, con alas, centro y reserva. Del lado de la Liga, los venecianos formaron el cuerno izquierdo; los españoles, con Juan de Austria, el centro; Juan Andrea Doria, el cuerno derecho, y la reserva, Cardona y Bazán. FUENTE: https://www.facebook.com/maguito.96