EN EL BALCÓN TAMBIÉN AGUARDA AL MOMENTO DE «LA MOJADERA» EL CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD, JUAN JOSÉ LAFORET

La entrada del Real Club Victoria se convierte en el punto de encuentro de numerosas personas que no pierden de vista los balcones. La murga Los Melindrosos afina las voces, mientras los papagüevos de Guía (que llegan tarde) se acercan dando vueltas al mismo punto del paseo de Las Canteras. Hay música, buen ambiente y mucha expectación. Y es que no todos los días se ve a más de un político y personalidades de la ciudad al remojo, sin complejos y diversión tatuada en la cara. Eso solo pasa una vez al año, durante la celebración de las Fiestas de la Naval, en un evento que, por la tradición, todos conocen por el Chapuzón.

Antes de poner los pies en la arena, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, coge el micrófono para dirigirse a los todos los presentes. «El año pasado tuve el honor de ser uno de los nominados y este lo tengo de participar como alcalde», cuenta con brevedad. Y es que no es el único privilegio que tiene en una de las noches más esperadas en el barrio de La Isleta. Este año, además, es el encargado de lanzar el volador que da el pistoletazo de salida al acto.

Los primeros que se arrancan son los murgueros. Los Melindrosos comienzan la retahíla de nominados y el motivo por el que deben ir al agua, seguida de un pegadizo estribillo que dice así: «Chapuzón, qué rico chapuzón. Margullar, te toca margullar». El primer en desfilar por las estrofas de la copla compuesta para la ocasión es, cómo no, el regidor municipal. «¡Ay! Augusto te vas para el agua, ¡ay! Augusto te vas a mojar. ¡Ay! Augusto que nombre más propio, que a gustito en el agua te vas a quedar».

Pero el dirigente socialista no es el único que va a disfrutar del margullo nocturno en la playa de Las Canteras. Junto a él están varios de sus compañeros de corporación como el concejal de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez; los del distrito de La Isleta y Ciudad Alta, Sergio Millares y Mario Regidor, respectivamente; y la edila responsable del Área de Carnaval, Inmaculada Medina. En el balcón también aguardan al momento de «la mojadera» la delegada del Gobierno, María del Carmen Hernández Bento; el cronista oficial de la ciudad, Juan José Laforet y el coordinador de los grupos del Carnaval, Pepe Martín y la Romera Mayor de las Fiestas, Raquel Ojeda, y su séquito de damas de honor. Se calla la murga tras su último: «chapuzón, qué rico chapuzón». Y como bien dice la letra, todos fueron al agua.

Fuente: http://www.laprovincia.es/ – Amparo R. Montero