EL ETNÓGRAFO ALCARREÑO Y CRONISTA OFICIAL DE MARANCHÓN, JOSÉ RAMÓN LÓPEZ DE LOS MOZOS, SE REFIERE A LA FIESTA DE ARBANCÓN COMO “UNA BOTARGA ARLEQUINADA CONTRAPEANDO LOS COLORES
Sábado fresco de agosto. El termómetro no alcanza los 20 grados al caer la tarde, y el viento y una ligera llovizna reciben al visitante a Checa, un bello pueblo del Señorío de Molina, en Guadalajara. La localidad cuenta con 287 habitantes censados, aunque en el estío supera el millar de vecinos. En la calle hace casi frío, pero las callejuelas checanas rezuman alegría, disfrute y el calor que despiden las miles de luminarias que decoran las calles empedradas de este municipio. Se trata de la noche de las velas, más conocida como ‘Checa Ilumina’, una de las veladas más especiales del año para los vecinos de esta localidad molinesa.
Patricia Martínez, concejal del Ayuntamiento de Checa, cuenta a eldiarioclm.es que “esta original iniciativa arrancó del empeño de unos vecinos que acabaron enredando a todo el pueblo con el fin de atraer cada vez más turistas”. Checa Ilumina es una de las propuestas culturales con las que esta población pretende revitalizar una comarca, lastrada por la despoblación, pero que se afana, a pesar de todo, por mantenerse viva.
La actividad, recuperada por la Asociación Cultural San Bartolomé, después de un parón durante la crisis, contó también con la colaboración del ayuntamiento en su organización. En esta cuarta edición, Checa Ilumina batió todos los récords en lo que a número de velas se refiere. Más de 4.000 velas blancas colocadas durante varias horas con esmero por los checanos en cada uno de los barrios iluminaron esta histórica población, aunque el viento se empeñara en apagarlas de cuando en cuando. Inolvidables estampas nocturnas de callejuelas, puentes, fuentes y monumentos quedaron inmortalizadas por los visitantes que se esforzaban por conseguir con sus ‘smartphones’ la mejor panorámica que luego compartían en las redes sociales.
El recorrido trazado por los vecinos partió desde la Plaza de Miguel Hernández; las calles de Don Lorenzo Arrazola, de la Plaza, de Tiro de Barra, Baja del río y Santa Fé, para finalizar en la plaza consistorial. Entre los enclaves iluminados que más lucieron destacan la plaza de la Iglesia, la calle Alta y Baja del Río, los Barandejos o el museo de la Trashumancia.
“Los checanos somos gente activa y estamos muy unidos. Ser el pueblo más bonito de Castilla-La Mancha nos anima para organizar cositas durante todo el año con el ánimo de cada vez más gente venga a conocernos”, asegura Pilar Gasca, checana entusiasta y una de las promotoras de esta fiesta. Esta distinción, concedida por Castilla-La Mancha Media – la televisión regional- en 2016, se ha convertido en un revulsivo para este pueblo molinés que en verano ve triplicada su población y la llegada de turistas.
Para el alcalde, Jesús Alba, Checa es “un lugar ideal para reencontrarse con uno mismo en un entorno natural cargado de historia”. Situada en la comarca del Señorío de Molina, a 60 kilómetros de la capital, Molina de Aragón, Checa es uno de los pueblos con encanto de la provincia de Guadalajara que sugieren una estancia detenida.
Entre los placeres que este municipio ofrece al visitante sobresalen el laberinto de callejuelas y cuestas empedradas y los puentes desde los que escuchar el susurro del Tajo. También una estética urbana ecléctica que combina en perfecta armonía el estilo castellano de fachadas en piedra rojiza con los aires andaluces de las casas encaladas en blanco, que los ganaderos trashumantes importaron de su periplo por Andalucía allá por los años 60.
Además, Checa alberga uno de los patrimonios geológicos más ricos de la provincia guadalajareña en pleno corazón del Parque Natural del Alto Tajo. El yacimiento de Castil-Griegos, ubicado a escasa distancia del casco histórico, es uno de los monumentos arqueológicos más significativos de la comarca. A través de las excavaciones que se han desarrollado allí durante años, hoy se conoce a fondo cómo los celtíberos llegaron y se asentaron en este punto recóndito de la geografía ibérica hace más de 2.000 años. Ante la creciente expectación que anualmente recibe este monumento, el Consistorio programa varias visitas guiadas al complejo. La próxima será el 22 de agosto.
Por todo ello, los checanos, conscientes del potencial turístico que alberga su pueblo y la comarca del Señorío, se afanan por diseñar actividades como ‘Checa Ilumina’ que, poco a poco, se ha consolidado entre las citas culturales del estío en Guadalajara. La noche a la luz de las velas estuvo también amenizada por música de cuatro ambientes en los diferentes barrios de la población. Una de las sorpresas de la velada fue el premio que recibió el ganador de la rifa con la que se financió el evento: una cena y una estancia de una noche para dos personas en el Hotel Check In Checa, establecimiento regentado por una familia rusa que se asentó en la localidad hace varios años.
Otras actividades a través de las que el consistorio trata de dinamizar el municipio a lo largo de este mes son la presentación del libro ‘el viaje de los carboneros’ de Jaime Arauz; unos talleres sobre los oficios del cine, la fotografía o la Feria de la Cerveza, que tendrán lugar en el museo de la Trashumancia y las visitas geológicas a Checa y al castro celtibérico de Castil-Griegos.
Promoción turística
El espectáculo de iluminar de noche la geografía alcarreña también llegó a la localidad de Arbancón, a finales de julio. La iniciativa conocida como ‘Arbancón a la luz de las velas’ forma parte del ciclo de actividades ‘Noches de la Villa’ que el Ayuntamiento de este municipio de la Sierra Norte de Guadalajara organiza, en colaboración con la Asociación Cultural Los Cuatro Caños para promocionar turísticamente esta población, cercana a la villa ducal de Cogolludo. “Es un evento sencillo realizado por los vecinos con el que intentamos crear vida y acercar la cultura a los pueblos para que no se mueran”, afirma Gonzalo Bravo, alcalde de Arbancón a eldiarioclm.es.
Arbancón es un pequeño municipio de la Serranía en el que apenas viven 120 vecinos durante todo el año. Una población que crece hasta los 800 habitantes a lo largo del periodo estival. Entre su patrimonio etnográfico destaca el desfile de la Botarga de la Candelaria, una tradición de origen pagano que forma parte del conjunto de botargas arraigadas en la Campiña de Guadalajara.
En el caso de Arbancón, esta fiesta se celebra el 2 de febrero coincidiendo con el Carnaval. El etnógrafo alcarreño y cronista oficial de Maranchón, José Ramón López de los Mozos, se refiere a ella en su obra ‘Fiestas Tradicionales de Guadalajara’ como “una botarga arlequinada contrapeando los colores, máscara de madera pintada, cachiporra y naranja que cargada con unas alforjas va recorriendo las casas del pueblo recogiendo limosnas, tocando las castañuelas y golpeando con su porra a quienes quieran arrebatarle la naranja que les ofrece”. El Consistorio creó un Museo de Historia y Costumbres donde se divulga el origen de la fiesta de las botargas en la provincia de Guadalajara con el fin de preservar y transmitir a otras futuras generaciones esta emotiva tradición.
Durante la puesta en escena de ‘Arbancón a la luz de las velas’, más de 2.000 velas adornaron las principales calles y plazas de este pueblecito en una primera edición a la que asistieron muchos visitantes. “Fue una experiencia positiva que cubrió con creces las expectativas, porque logramos ocupar las 70 plazas de alojamiento de Arbancón. Con estas propuestas se demuestra el gran potencial que tiene la Sierra de Guadalajara”, asevera el primer edil.
Al anochecer comenzaron a iluminarse las calles, casas y balcones al son de los acordes de la Banda de Música de la Diputación de Guadalajara. El desfile arrancó en la plaza de la Iglesia y llegó al edificio del Museo de Historia y Costumbres donde la Banda ofreció un “aclamado concierto”. La jornada se completó con una degustación de quesos a cargo de la Quesería Artesana Jaramera y un mercado artesano en la plaza del mesón, así como de una visita guiada a la iglesia de San Benito Abad, que acoge uno de los más valiosos retablos religiosos de la provincia, y un día de puertas abiertas al Museo de Historia y Costumbres de la localidad serrana.
Fuente: http://www.eldiario.es/ – Raquel Gamo