ES EL PRIMER MAJONERO EN TENER EL RÉCORD DE TENER EL CARNÉ DE PRENSA DE LA FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE PERIODISTAS DE ESPAÑA (FAPE), FUE COMPAÑERO DE PEDRO GONZALEZ SOSA, CRONISTA OFICIAL DE LA GUIA DE GRAN CANARIA
El popular cronista majorero Chisco Jorge Machín ostenta varios ‘récords’ de los que se siente orgulloso.
El primero de ellos tiene que ver con su labor como informador, al convertirse en el año 1985 en el primer majorero en obtener el carné de prensa de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). “La entrega fue en un acto en Gran Canaria y recibí la acreditación junto a Nanino Díaz Cutillas y Paco Alcalahuí”, recuerda.
La gesta no fue fácil. Él mismo se ocupó de realizar los engorrosos trámites requeridos, al saber de la posibilidad de optar a este salvoconducto internacional para facilitar la labor periodística. Así, el hermano del recordado Gerardo Jorge, que fuera histórico corresponsal de Televisión Española en Fuerteventura, le ganó la partida. “Aunque, después, mi hermano y otros informadores de la Isla obtuvieron también el carné”, apostilla.
Chisco se inicio en la crónica periodística en 1963, en Villa Cisneros (Sáhara Occidental, bajo dominio español) como corresponsal de ‘Diario de Las Palmas’, donde ya tuvo que vérselas con el delegado gubernativo de la época.
“No hacía gracia que yo reivindicara mejoras para los trabajadores radicados allí. Recuerdo que hacían falta medios de transporte e incluso logramos que se abriera una sociedad recreativa, donde acudían los empleados de las fábricas asentadas en la zona, como La Terma o Cubiertas y Tejados”, cuenta.
La voz autónoma del periodista hizo que incluso se pidiera su expulsión desde gobernación, pero el alcalde de Villa Cisneros en persona, Suilem Ben Abdelahe, “que también era procurador a Cortes”, se pronunció sin ambages sobre su labor profesional. “Tú sigue escribiendo así, que vas bien, que nadie te va a echar de aquí”, le dijo, como así fue.
La siguiente parada de Chisco y su familia fue El Aaiún, donde vivió de 1966 a 1972, asumiendo la corresponsalía de ‘La Provincia’ y donde también colaboró con el semanario ‘Sáhara’ y ‘Radio Sáhara’. Esta etapa fue especialmente prolífica en el ámbito del deporte y la cultura.
Muy cercano a la información sobre la lucha canaria, actividad en alza en aquella época en el Sáhara español, donde se medían los puntales del momento, terminó convirtiéndose en vicepresidente de la Federación de Lucha Canaria del Sáhara, en la época de Justo Benedicto Pérez, posterior teniente coronel jefe del Regimiento de Infantería 56 de Fuerteventura.
En aquellos años también ostentó la vicepresidencia del Círculo Recreativo Cultural de El Aaiún e, incluso, llegó a ser concejal “un par de años”. “Yo llevaba Turismo y Deporte, pero también me ocupaba de otros asuntos. Hicimos bastantes mejoras en asfaltado, en los corrales de cabras de los ganaderos saharauis, este tipo de cosas”, recuerda.
Pero el mejor recuerdo de los años pasados en El Aaiún lo conforman sin duda los séptimos y últimos juegos florales del año 71, a los que Chisco consiguió dar “acento canario”, invitando al periodista e historiador Pedro González Sosa, (desde 1980 cronista oficial de Guía, en Gran Canaria) y la popular locutora radiofónica Mara González, que se encargaron de presentar los juegos.
Tras la etapa africana, Chisco se estableció en su isla natal, donde batió su segundo récord: “ser el trabajador del aeropuerto de Fuerteventura que más cargos ha tenido”. Comenzó como administrativo. Pasó a ser especialista aéreo, fue presidente del Comité de Centro, relaciones públicas, jefe del Gabinete de Dirección y, por último jefe de Seguridad, puesto en el que se jubiló hace unos años y que no recuerda como especialmente ajetreado. “Fue una época muy tranquila, sin incidencias destacables”, asegura.
Eso sí, durante todo este tiempo, la prensa estuvo presente y Chisco fue nuevamente corresponsal de varios medios de comunicación como ‘El Día’ de Tenerife, ‘Radio Cadena Española’, ‘Radio Atlántica’ ‘Radio Las Palmas’ y ‘La Provincia’.
Recordamos a este incansable trabajador la reflexión que en su discurso de jubilación hizo, allá por el año 1995, el doctor Arístides Hernández, aludiendo a la etimología de esta palabra, “que es júbilo”, definió el médico. Chisco dice estar “completamente de acuerdo” con don Arístides, aunque, al contrario que él, se ha tomado esta época de la vida como descanso absoluto de las labores profesionales. “Por supuesto que sigo informado y me interesa la actualidad, pero no estoy en activo”, recalca, asegurando que está disfrutando todo lo que puede de la jubilación.
La distancia que le otorga retirarse de la primera línea de la información le permite, así, analizar los movimientos políticos actuales con una clarividencia y sinceridad envidiables. “Observo en el periodismo actual, ya sea local o nacional, cierto miedo a decir la verdad, cierta influencia de la publicidad en la línea editorial”, asegura.
En este sentido, hace un llamamiento para reactivar la Asociación de la Prensa de Lanzarote y Fuerteventura, “para que vuelva a tener el peso con el que contó en su día, cuando llegamos a tener un vocal en la Federación de Asociaciones de Prensa de España (FAPE) en la persona de nuestro presidente, Salvador Hernández”.
Chisco ve fundamental contar con un órgano en las Islas que “apoye a los profesionales que se pueden ver en un apuro en el desarrollo legítimo de su función de informador”, dice, posiblemente rememorando sus propios problemas con la autoridad en su estancia en Villa Cisneros.
La clase política tampoco escapa a su visión, algo desencantada. “La diferencia entre los representantes públicos de ahora y los de antes es que ahora se paga por realizar la labor, antes era altruista, así que puede que la balanza se incline a veces antes por el interés propio que por el bien común”, dice. No obstante, alaba la labor de algunos políticos majoreros, como Ildefonso Chacón, “que puso al día a Fuerteventura en cuestión de infraestructuras, durante su época como consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias”.
Chisco aporta a quien lo solicite sus interesantes reflexiones, pero su actual afición está ahora alejada de la primera línea informativa. “Empleo mis tardes en jugar al dominó en la peña La Amistad”, sentencia esta respetada personalidad del mundo de la información. Lourdes Bermejo