POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN).
Tras el paso de la exposición IESUS, por las distintas localidades de las Villas, hemos conocido aspectos nuevos en su vestir, recogiendo toda las ropas y elementos utilizados a lo largo a lo largo del tiempo.
Quiero a través de varias representaciones de la Virgen con el Niño a lo largo de la historia, comentar la evolución, semejanza y diferencias en su imagen. No descartamos que el número de representaciones pueda ser mayor, aunque no he llegado a conocerlas
La primera de las imágenes que traemos es de un cuadro, que se encuentra en el Convento de Santa Ana.
Cuadro de la Virgen de la Fuensanta en el convento de dominicas de Santa Ana.
El cuadro es una representación de la antigua imagen de la Virgen de la Fuensanta, realizado en óleo sobre lienzo estucado. Este tipo de pinturas conventuales solían ser parte de la dote con la que las aspirantes a monja entraban en el convento.
“La Virgen ostenta entre sus manos el cetro y la manzana, símbolo de la nueva Eva, el pecado y la primera mujer que se redime con la encarnación de Cristo. La que existía en la mente de Dios antes de Eva, la Inmaculada Concepción defendida en España desde Pío IV-.
“En la túnica del niño podemos observar cómo del cíngulo cuelgan una serie de amuletos contra el mal de ojo. Estos amuletos eran habituales entre los niños y los hemos visto en algunos cuadros pintados a distintos infantes”. (1)
Esta obra se puede encuadrar en el siglo XVII, antes de la restauración de la imagen de la Virgen, que cita el historiador Alonso Escudero, donde la mano fue orientada hacia adelante.
Grabado del libro de Escudero de la Torre 1659
El Licenciado D. Fernando Alonso Escudero de la Torre en su obra “Historia de los célebres Santuarios del Adelantamiento de Cazorla y Milagrosas Imágenes de El Santo Chrifto de Villa-Carrillo, Virgen de la Fuen-Santa en Villa-Nueua de el Arçobifpo, y nuestra Señora de Tifcar, de la Villa de Quefada”. Tras describir la imagen, escribe sobre el Niño: “Tiene el niño en la falda, pegado en su talla en el lado izquierdo, a el qual le da con la mano derecha una manzana; y el niño tiene otra en la izquierda; y la derecha alta, como echando la bendición “
Tercera imagen: Estampa regalada por Paco Clavel al Santuario del año 1868
“Se trata de un grabado realizado con la técnica calcográfica a la que se le ha incluido el color(posiblemente) con posterioridad. En ella se representa la Virgen de la Fuensanta rodeada de una corte de ángeles que se disponen sobre la nube de la aparición (iconografía poco frecuente en esta advocación). La Virgen aparece sentada y con el niño sobre su regazo. Tanto María como el niño Jesús lucen sendas coronas reales y en el caso de la virgen curiosamente sin el característico resplandor; imagen muy repetida hasta los inicios del siglo pasado. Tampoco aparece la reconocible ráfaga que rodea la figura de la virgen, sin embargo si aparece la media luna rematada con estrellas símbolo de refugio y protección. La virgen aparece con rostrillo y con el cetro de reina en la mano y a diferencia del retrato de nuestro convento de Santa Ana no porta la manzana en la mano (evoca el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, recuerdo de la concepción de María sin pecado original). El niño porta el orbe y bendice al pueblo con su mano derecha, mientras que con la izquierda porta el orbe y sostiene el Lábaro o banderín de la resurrección”.
Leemos en la parte inferior “Imprenta de D. Pascual y Abad. Valencia. 1868 y el texto: “Ntra. Sra de la Fuen-Santa, Venerada en su hermita estramuros de Villanueva del Arzobispo Obispado de Jaén. El Excmo Sr. Arzpo de Corinto, Nuncio de SS en estos Reynos concedió 80 días de Indulgencia a todas las personas que rezaren un Ave María y una Salve a esta milagros imagen o a sus estampas”.
Cuarta imagen: Niño Jesús de la imagen de la Virgen de la Fuensanta anterior a la guerra.
Es José Martínez, el comisario de la exposición IJesús, el que describe la imagen de esta foto:
“Hablamos de una talla de vestir, de un tamaño ligeramente inferior a la actual sin aparentemente demasiado valor artístico y de autor desconocido. El niño aparece sentado en las rodillas de la Virgen María luciendo en la cabeza la palmeta o diadema que lo identifica como divinidad. Porta los atributos propios de Cristo: en la mano izquierda el Orbe (globo terráqueo rematado con una cruz símbolo de su poder sobre el mundo, el Lábaro o banderín (desaparecido tras la contienda civil española con la representación del cordero pascual repujado en metal y símbolo de la resurrección) y portando en su mano derecha el Cetro símbolo de realeza. Debemos decir que la primitiva imagen anterior a esta debió ser de tamaño inferior y de unas características parecidas a la imagen de Santa María de Toledo, aunque este dato se basa en una teoría no contrastada ni documentada”
Quinta imagen. El Infante actual, obra de D. Domingo Sánchez Mesa.
Felipe Herreros escribe sobre esta imagen:
“Obra de D. Domingo Sánchez Mesa del año 1946. Representa al Niño Dios sentado, vestido con túnica estofada en tonos verdes, ricamente decorada. El Niño en actitud sedente e hierática porta en su mano el Orbe y en la diestra el cetro de majestad. De tamaño algo superior al natural, presenta a Jesucristo en una edad temprana.
La obra, que forma parte del conjunto de Nuestra Señora de la Fuensanta, es independiente y puede retirarse del regazo de la Virgen que le sirve como trono y donde descansa. A diferencia de la Imagen que fue profanada en la Guerra Civil, la cual; Virgen y Niño, eran un único bloque escultórico y era revestida sin llegar a adaptar la indumentaria a la volumetría de la representación.
El Niño responde a los postulados de la imaginería granadina; de fina talla y estudio anatómico, sobresalen las manos y pies. El rostro; de una dulzura y majestad que le son propias, presenta frente prominente, carrillos generosos y mórbido tratamiento en su nariz, labios y mentón. Presenta ojos de cristal y pestañas que naturalizan la expresión.
El cabello se encuentra planteado en amplios bucles dejando visible en su ejecución el volumen de la parte occipital y cuello, aportando una acusada elegancia al perfil de la obra.
Como elementos añadidos, suele presentar sandalias de plata y recientemente de oro, fruto de las diversas donaciones de metal que ha recibido en su historia. Amén de las ricas túnicas que forman parte de los ternos, de un único color, que siempre han definido a nuestra Patrona y tan propios de nuestra zona”.
Bibliografía.
1.” Iconografía religiosa en Villanueva del Arzobispo”. XII Congreso Provincial de Cronistas. Diputación de Jaén
2 del libro “La Virgen de la Fuensanta y su Santuario (Padre Arturo Curiel.
Agradecimiento a José Martínez y Felipe Herreros por su valiosa aportación en este trabajo.
Foto. José Sánchez “Beato”
FUENTE: Texto de Revista “Reina del Olivar”, número 14