POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Escucho con frecuencia y leo: “No le busques tres pies al gato”. Se emplea esta chocante expresión cuando alguien se irrita porque tratan de demostrarle con añagazas una cosa imposible. Siempre me pareció incorrecta puesto que buscar tres pies al gato no debería presentar dificultad salvo que sea de noche; como sabemos, los gatos tienen cuatro patas, aunque vivan cerca de las carreteras tienen cuatro patas, alguna rota, pero cuatro; otra cosa fuera que, metidos en semántica, no aceptásemos “pies” en tratándose de un animal, en cuyo caso ni tres pies, ni dos ni uno. Por lo tanto, esta conocida expresión pudiera venir de una corrupción de la que parece genuina y más lógica: “No le busques cinco pies al gato”. De hecho, Covarrubias y Camilo José Cela la avalan. Pues bien, mañana demostraré cómo tampoco la frase de los tres pies es manca, tiene su razón de ser y, a mí juicio, es más poética.
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