POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
“Bajo tierra vivíamos muy a gusto”; esta declaración de nuestra brigada de salvamento es para troquelar en antracita. El periodismo de información y turismo, con las cadenas de televisión en punta de lanza, convocaron a profesionales afines al accidente de Totalán: geólogos, geógrafos, poceros, topógrafos, santeros, ingenieros, aparejadores, bomberos, abogados, criminólogos…, a todos, excepto a médicos, pues revelarían que el niño que cae a un pozo de 70 metros de altura, lo tapona la tierra y se queda sin agua ni oxígeno, fallece al punto; pero desvelarlo echaría a perder el suspense y peligraría la audiencia. ¿Quién se preocupó de los cuatro muertos en Asturias por las inundaciones? El muerto al hoyo; lo que vende es la agonía y el continuará. Y ahora, del tirón, el Príncipe de la Concordia para Hunosa y el de Literatura para Ana Rosa. No me extraña que el área de confort de nuestros mineros sea bajo tierra.
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