CABAÑAS HA QUERIDO HACER EXTENSIVO SU RECONOCIMIENTO EN LA GÉNESIS DE LA EXPOSICIÓN A TODO UN EQUIPO DE PERSONAS, QUE HA TRABAJADO CODO A CODO PARA CONVERTIRLA EN REALIDAD, INCLUIDA LA CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD, PILAR MARTÍNEZ TABOADA
Además de incluir diferentes espacios urbanos de la ciudad, expone pintura y escultura del siglo XV, orfebrería, códices y documentos, que retratan, fundamentalmente, la primera parte de la vida del cardenal, la que tiene que ver con Guadalajara, y con Sigüenza, cuando formó la personalidad que le llevaría, años después, a acometer sus reformas, llegando a ser incluso, por dos veces, regente del reino
En la mañana de este martes ha sido inaugurada la exposición ‘Cisneros, de Gonzalo a Francisco’, que va a permanecer expuesta en la Catedral de la Ciudad del Doncel, y en el Museo Diocesano, además de extenderse también a otros espacios de la ciudad, hasta el próximo día 31 de octubre. La muestra es el eje central de la celebración del V Centenario del Cardenal Cisneros, en Sigüenza.
El acto ha tenido lugar a la entrada de la capilla de la Anunciación. A finales del siglo XV, y en las primeras décadas del XVI, en la Nave del Evangelio de la Catedral doncelina se abrieron varias capillas funerarias en las que se pueden apreciar ejemplos tardíos de arte gótico y de los albores del renacimiento. Este rincón catedralicio es un ejemplo claro del hermanamiento de ambos, al que se une el esplendor de la decoración mudéjar. A la simbiosis de estos tres estilos se le denomina ‘Estilo Cisneros’. Los primeros ejemplos se encuentran en Toledo, de donde vinieron los que serían constructores de la Anunciación. Por esa razón ha sido hoy un inmejorable escenario para albergar la apertura de la muestra.
Ha conducido el acto el deán de la Catedral, Jesús de las Heras, quien ha pedido, antes de comenzarlo, un instante de silencio en memoria de las víctimas del atentado de Manchester. El deán ha afirmado que “vuelve a ser primavera en Sigüenza”, en referencia a la apertura de la exposición como nuevo atractivo cultural y turístico hacia la ciudad. Además de introducir las sucesivas intervenciones, y finalmente declarar inaugurada la exposición, ha correspondido a De las Heras glosar la figura histórica del Cardenal Cisneros. Asimismo, ha recordado que hoy y mañana la visita es gratuita.
Por su parte, el alcalde de Sigüenza, y presidente de la Diputación, José Manuel Latre, ha subrayado que la institución provincial, junto con la Universidad de Alcalá, la Diócesis Sigüenza-Guadalajara y el Ayuntamiento de Sigüenza no han dudado en sumarse a los actos de celebración del V Centenario de la Muerte de Francisco Jiménez de Cisneros (1436-1517), en lo que se ha dado en llamar ‘Año Cisneros’, toda vez que este personaje histórico, que falleció el 8 de noviembre de 1517 en Roa (Burgos), cuenta con una especial vinculación con la que hoy es provincia de Guadalajara.
Por la importancia del personaje, y debido además a la gran cantidad de documentos, objetos y lugares que ilustran el paso del personaje por la Ciudad del Doncel, que ahora se muestran en la exposición, Latre se ha mostrado confiado en que ‘Cisneros, de Gonzalo a Francisco’, sea un acicate para el turismo hacia Sigüenza, como escaparate que es, además, de la Sierra Norte de Guadalajara. “El año Cisneros trae consigo un ambicioso programa, a través del cual entendemos que se favorece el incremento del turismo, gracias al legado cultural, en nuestra tierra”, ha dicho.
El rector de la Universidad de Alcalá, Fernando Galván, ha destacado que Cisneros “lo es todo para la UAH” y ha recordado que las efemérides relacionadas con el Cardenal que ha tenido la fortuna de vivir desde que asumió el rectorado, empezando por el año 2010, cuando se conmemoró el quinto centenario de la firma de los estatutos de la universidad cisneriana (1510). En su intervención, el rector ha reconocido además los lazos indisolubles entre la Universidad de Alcalá y a la de Sigüenza, y por ende, a las dos ciudades, aún más en el año en el que se conmemora la trayectoria vital, y la obra inmortal, del Cardenal Cisneros.
Por su parte, Atilano Rodríguez, obispo de la diócesis Sigüenza-Guadalajara, ha afirmado que la exposición nace de la comunión entre distintas entidades, Diócesis, Universidad de Alcalá, Diputación Provincial, Ayuntamiento, Cabildo de la Catedral y Museo Diocesano. “Si cuando emprendemos un proyecto no aunamos esfuerzos, resulta difícil sacarlo adelante. Por eso agradezco de corazón, como expresión de la corresponsabilidad de las instituciones civiles y eclesiásticas, que esta exposición se haya hecho realidad”. Además, el obispo ha destacado también el papel revitalizador del tejido económico y social de la comarca que también ‘Cisneros, de Gonzalo a Francisco’ va a tener.
‘Cisneros, de Gonzalo a Francisco’ muestra pintura y escultura del siglo XV, orfebrería, códices y documentos. La exposición está comisariada por Dolores Cabañas, catedrática de Historia Medieval de la Universidad de Alcalá y directora del Centro Internacional de Estudios Históricos Cisneros de la institución; por Plácido Ballesteros, historiador, profesor de la UAH y medievalista alcarreño, en representación de la Diputación de Guadalajara, y por Miguel Ángel Ortega, director del Museo Diocesano de Sigüenza. Además de a ellos, Cabañas ha querido hacer extensivo su reconocimiento en la génesis de la exposición a todo un equipo de personas, que ha trabajado codo a codo para convertirla en realidad, incluida la cronista oficial de la ciudad, Pilar Martínez Taboada.
Los fondos expositivos constan de más de un centenar de piezas y paneles, acompañados también de material impreso y audiovisual, que se van a poder admirar principalmente en el Museo Diocesano, y también en la Catedral de Sigüenza como sedes principales, con entrada común, que además de dar acceso a ambas partes de la muestra, también lo hará a la oferta cultural completa de ambos edificios por el precio de 7 euros (incluye la visita guiada a la Fortis Seguntina). El tercer espacio expositivo son las propias calles y otros monumentos de la ciudad, que han sido recopilados en una guía para orientar al turista en la visita a los espacios cisnerianos de Sigüenza –convenientemente señalizados- entre los que se cuentan la capilla de San Juan y Santa Catalina; la citada capilla de la Anunciación, dentro de la Catedral; la Puerta de la Cadena, actual Puerta del Mercado, en la Plaza Mayor; el antiguo palacio del obispo Luján; la Plaza de la Iglesia y Casa de la Tesorería; la Puerta del Sol y Travesaña Baja; la Iglesia de Santiago; la Barbacana y Castillo-Palacio de Mendoza; la Plazuela de San Vicente y Casa del Doncel; la Plaza Nueva, actual Plazuela de la Cárcel; la Puerta del Hierro y Judería Nueva; la Puerta del Portal Mayor y Morería; la calle del Hospital de San Mateo, y naturalmente, la Universidad de Sigüenza, actual Palacio Episcopal, sede del Archivo Diocesano.
‘Cisneros, de Gonzalo a Francisco’ arroja luz sobre la primera etapa de formación, menos conocida de la vida del gran cardenal, en la que el acumula experiencia y aprende. Ese bagaje le permitirá realizar sus grandes logros, a partir de que, en 1495, fue nombrado arzobispo de Toledo, y aún después, por avatares de la historia, regente del reino hasta en dos ocasiones. “A medida que fuimos investigando nos dimos cuenta de la gran importancia que tuvieron en su vida Guadalajara y Sigüenza, y por lo tanto, en la génesis de sus proyectos futuros. Por eso, ésta no es una exposición de lo que Cisneros hizo en Sigüenza o en Guadalajara, sino lo que la actual provincia y la ciudad le aportaron en forma de experiencias vitales que le hicieron madurar”.
‘Cisneros, de Gonzalo a Francisco’, se articula en tres secciones o unidades temáticas. La primera lleva por título ‘De Gonzalo en Sigüenza…’, y se circunscribe a la Sala 1 del Museo Diocesano. Se centra en la primera etapa de la vida de Cisneros, que hasta 1484 está marcada por su condición de letrado. Una vez completó sus estudios, en Alcalá de Henares, Salamanca y Roma, volvió a España. Ocupó el Arciprestazgo de Uceda, donde tuvo conflictos con uno de los hombres más poderosos de la época, el que era entonces arzobispo de Toledo, Alfonso Carrillo. Allí, sin embargo, Cisneros encontró el apoyo del Cardenal Mendoza. Bajo su protección terminó como capellán mayor de la Catedral de Sigüenza, canónigo y especialista en leyes, al servicio de la administración de la Diócesis de Sigüenza. Aprendió cómo se organiza una villa que depende del señorío eclesiástico, el modelo educativo colegial, así como las consecuencias de las crisis de subsistencia, la peste y los problemas derivados de la pobreza.
El Cardenal Mendoza estuvo cuatro veces a Sigüenza. Probablemente Cisneros le acompañó en su visita del año 1477, una vez superó sus problemas con Carrillo en Uceda. Los archivos seguntinos cuentan con documentación clave, que son los libros del dinero y primera relación de casas, algunos de los cuáles están expuestos en esta unidad temática. Aportan datos sobre las carnicerías, sobre las plazas, sobre judería, la morería… En general sobre aquella ciudad que recorren juntos Mendoza y Cisneros. Muy probablemente, Cisneros impulsó estas novedades que se produjeron en la época, incluida la fundación del Colegio Universitario que luego sería Universidad. Cisneros también participó en la redacción, en 1484, de las ordenanzas municipales, que elabora junto al arcediano López de Medina, y que afectan a aspectos como las reformas del mercado, de las murallas o de los puentes. De alguna manera, Cisneros transformó, o inició la transformación, de Sigüenza, que pasa de ser una ciudad medieval a renacentista, un proyecto que se cuajó cuando él fue capellán mayor, aunque el proceso se completaría después de su marcha. Hay mucho de Cisneros en la génesis y la transformación de Sigüenza de una ciudad amurallada a otra más abierta, con una plaza para admirar la Catedral, por ejemplo. Todos estos espacios se recogen en la guía de mano que orienta al visitante en la Sigüenza cisneriana.
La sección 2 se llama ‘…a Francisco en La Salceda’. El hilo vital del cardenal, puede seguirse en este caso en la Sala 2 del Museo Diocesano. Después de unos años ejerciendo esta labor, un Cisneros ya maduro, de 45 años, se vio sumido en una crisis personal, religiosa, que le llevó a retirarse de la vida pública al convento franciscano de La Salceda, situado en un lugar semisagrado, el famoso monte Celia, entre Peñalver y Tendilla. Adquiriría entonces los hábitos de la orden, y se cambiaría el nombre, de Gonzalo a Francisco, en homenaje al fundador de la orden, circunstancia que da título a la exposición. Durante siete años vivió de manera eremítica. De nuevo el Cardenal Mendoza, personaje fundamental en su vida, lo sacó de su retiro. De su mano llegan los sucesos cumbre de su vida, como confesor de la reina Isabel. Dos años después, a la muerte de Mendoza, en 1495, se convertiría en el arzobispo de Toledo; después en vicario general y reformador de los franciscanos, en uno de los consejeros más importantes de los Reyes Católicos, y, a la muerte de Isabel, en regente de Castilla, colaborador de Fernando, Rey Católico, además de un personaje clave en la llegada de Carlos I a España.
La sección 3 de la exposición se llama ‘el sueño de Cisneros’, y puede admirarse en el Patio del Museo Diocesano, así como en la Catedral de Sigüenza. Se corresponde con la tercera etapa de su vida, que se inicia en 1495, con su nombramiento como Arzobispo de Toledo y constituye un largo periodo de servicio a la Corona de Castilla. Es entonces cuando se convierte en un verdadero príncipe de la Iglesia. El señorío del Arzobispado de Toledo suponía tener la jurisdicción de un estado dentro del estado y de disponer de cuantiosas rentas. Así pudo llevar a cabo su ideario, que se había ido cimentando con las experiencias vividas durante los años transcurridos en la provincia de Guadalajara, especialmente en Sigüenza y La Salceda. Esta tercera unidad temática recopila piezas interesantes, como una réplica de la imprenta del Siglo XVI que sirvió para que viera la luz la Biblia Políglota, o vestuario de época, cedido por la serie de TVE ‘Isabel’, que se expone en una de las salas del Claustro de la Catedral.
Antes o después de la visita de las dos principales sedes de ‘Cisneros, de Gonzalo a Francisco’, Museo Diocesano y Catedral, siendo esta última en sí misma parte de la muestra, el visitante puede llevar a cabo un interesante recorrido por la ciudad de la mano de la ‘Guía de los Espacios Cisnerianos de Sigüenza’ que se obtiene con la entrada o en la Oficina de Turismo.