POR JOAQUIN MUÑOZ CORONEL, CRONISTA OFICIAL DE ALMAGRO (CIUDAD REAL).
Con el rigor y brillantez acostumbrados reunieron a un centenar de estudiosos y expertos en Valdeparaíso
Como viene siendo habitual desde hace casi medio siglo, y con la brillantez y rigor acostumbrados, se clausuraron en el almagreño Palacio de Valdeparaíso las ‘Jornadas de Teatro Clásico’. Un encuentro que consigue aglutinar a lo más florido del teatro y la cátedra, en torno a un nutrido grupo de estudiantes y posgraduados, que pretenden y consiguen estudiar a nuestros clásicos del Siglo de Oro bajo diferentes ópticas. Con distintas miradas y también con diversos alcances, proyecciones y repercusiones en nuestra sociedad literaria y escénica actual.
No atrevemos a remarcar que es de estas Jornadas de quien el Festival está recibiendo réditos, porque son las Jornadas –y no al revés, como acostumbramos a recordar- las que dieron origen a esta descomunal muestra del Teatro Clásico Español en el mundo. Grandiosa fue la idea de recuperar el edificio de su sede hace unos años por parte de la Diputación Provincial… Y en el mismo periodo y con los mismos postulados se recuperó el Hospital de San Juan, hoy dedicado al gran actor y director Adolfo Marsillach.
El lugar tiene su importancia, quién lo duda… pero el hábito no hace al monje, y no menos importante que la forma es el fondo: el riquísimo contenido que desde sus inicios supo concitar el director de las Jornadas, Felipe B. Pedraza. Y que bien pronto enriqueció su equipo con la implantación de una codirección, en la persona del también catedrático de la universidad regional, Rafael González Cañal, hoy director absoluto. Aunque ya se sabe que aquí los protagonismos se desean compartidos…
Su calendario
Comenzaron las 46 Jornadas el día 12 con temáticas como ‘El renacer del teatro renacentista. Dramaturgia de la compañía Nao d’amores’, con la directora Ana Zamora y Javier San José, de la Universidad de Salamanca; ‘Micomicón Teatro’ con Laila Ripoll, directora, y Judith Farré Vidal, del CSIC; ‘Los clásicos de Manuel Canseco’, Manuel Canseco, director, y Rafael González Cañal, de la UCLM; ‘Ahondar en los clásicos’ con Helena Pimenta, directora, y Gema Cienfuegos, de la Universidad de Valladolid. También se produjo la asistencia en el Corral a la presentación del disco ‘Nao d’Amores, 20 años navegando. Alicia Lázaro in memoriam’, a cargo de la directora de la compañía, Ana Zamora. Finalizó la primera jornada con la asistencia a la representación teatral ‘Vive Molière’, sobre textos del propio Jean-Baptiste Poquelin, escrita por Álvaro Tato, puesta en escena por la ‘Compañía Ay Teatro’, y dirigida por Yayo Cáceres en el Palacio de los Villarreal.
El segundo día del encuentro, el 13 de julio, se abrió con la ‘Fundación Siglo de Oro: rigor, canon y novedad’, con la participación del director Rodrigo Arribas y Ramón Valdés, de PROLOPE-Universidad Autónoma de Barcelona. Seguiría Félix Blanco, de la Universidad de Valladolid, con ‘Rescate y reactualización: los montajes de la CNTC en la etapa de Lluis Homar’, y a continuación un coloquio sobre la representación de ‘La discreta enamorada’ de Lope de Vega por la Joven CNTC, con Lluís Homar y Vicente Fuentes, bajo la presentación de Felipe B. Pedraza Jiménez, de UCLM.
Siguió la presentación del libro ‘Del teatro y otros males que acechan en los corrales’ (Madrid, Sial-Pigmalión, 2022), presentado por Antonio Serrano, investigador y dramaturgo. Con ‘Morboria es un clásico´, la directora Eva del Palacio y Daniel Migueláñez, de la Universidad Complutense de Madrid, y ‘Ay Teatro y Ron Lalá y su visión del teatro del Siglo de Oro’, proseguiría la tarde cuya noche estaría enmarcada por el ensayo general de ‘La discreta enamorada’, de Lope de Vega, a cargo de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico dirigida por Lluís Homar, en el Teatro Adolfo Marsillach.
Ya el día de la clausura, el 14 de julio, las sesiones de trabajo se abrieron con una ‘Investigación sobre el teatro áureo en el siglo XXI: el proyector Istae’ con Alejandra Ulla Lorenzo, de la Universidad de Santiago de Compostela, y Óscar García Fernández, de la Universidad de León. Continuaron ‘Los clásicos de Noviembre compañía de teatro’, a cargo del director Eduardo Vasco, y de Almudena García González, de la UCLM, para tomar el testigo ‘40 años de Teatro Corsario’, con las intervenciones de Jesús Peña, director y actor, y Germán Vega García-Luengos, de la Universidad de Valladolid. Y llegó por fin la clausura, con la intervención del director y la secretaria de las Jornadas, Rafael González Cañal y Almudena García González respectivamente.
Su recapitulación
Entrega de diplomas, emotivas despedidas y punto final. Algunos jornadistas habían tenido que partir previamente en un tren especial, pero el tiempo dio para la foto de asistentes, y del grupo de organizadores y dirección (Rafael González Cañal, Almudena García González, Alberto Gutiérrez Gil, Óscar García Fernández, José Vicente Salido López, Irene González Escudero y Gema Gómez Rubio).
Y el reloj aún dio tregua al balance de las Jornadas, realizado en un aparte por Rafael González Cañal: “Con el tema ‘Los clásicos en la escena del siglo XXI’ hemos querido analizar un poco el repertorio de obras que se montan en el teatro en estos últimos veinte años. Para ello, hemos traído en doce sesiones a los directores más importantes de compañías especializadas en teatro clásico, siempre con un director y un filólogo o investigador, en las que se ha tratado del repertorio de cada una de las compañías y los problemas del montaje de los clásicos hoy en día. Aquí han estado los responsables de las compañías de teatro clásico más importantes en la actualidad (CNTC, Micomicón, Noviembre Teatro, UR Teatro, Teatro Corsario…). Eso nos ha permitido ver y estudiar lo que se hace hoy en el teatro clásico español. Y pueden salir unas actas muy interesantes como reflejo de la actualidad teatral clásica española actual”.
Añadió González Cañal: “Además, hemos tenido dos presentaciones en el Corral: el disco de Nao d’Amores y el libro de Fernando Aguado de la Compañía Morboria, que estrena en Almagro ‘Del teatro y otros males que acechan en los corrales’, y que hemos podido ver una de las noches. Hemos tenido 70 matriculados, como otros años. Tal vez algo menos, al coincidir 2023 con las oposiciones a Secundaria, y hay personas -de los habituales, incluso- que no han podido venir. Entre invitados, conferenciantes y demás son otras treinta personas, lo que totaliza un centenar los que nos hemos reunido aquí estos días. En Valdeparaíso, nos alojamos la organización y el resto en dos hoteles concertados. Uno para los participantes en general y otro para las becas de alojamiento, de la que convocamos treinta cada año para que puedan venir los jóvenes a Almagro, donde es relativamente caro venir a realizar cursos”.
Su cronología
Recordaremos que el Instituto Almagro es el que edita los libros de Actas y Comunicaciones, y sigue teniendo como director a Felipe B. Pedraza, que estuvo en el encuentro presente y seguirá siendo director hasta su jubilación el próximo año. “Con el nuevo equipo del Festival, hay una perfecta sintonía. Estas Jornadas se crearon en 1978 en tres días, con tres espectáculos y las consiguientes sesiones de estudio, pero a los cinco años se dio cuenta la organización que podía hacerse una programación más amplia de difusión del teatro clásico. Pasó a llamarse Festival, pero se mantuvieron las Jornadas de estudio y análisis”.
En 1992, la Universidad de Castilla-La Mancha entra en el Patronato, con el encargo de organizar las Jornadas y publicar sus actas año tras año. “Y así hemos cumplido siempre, incluso el año grave la pandemia, que con un formato reducido mantuvimos los tres días de jornadas. Al alargarse el Festival, pudiera parecer que las jornadas son algo pequeño y desdibujado…, pero nada más lejos de la realidad. Seguimos en estrecho contacto con el Festival y este año la nueva directora, Irene Pardo, ha procurado darle más visibilidad porque somos el origen de todo, trabajando codo con codo con el Festival”.
“Se han realizado incluso más actividades, como teatro y educación la semana pasada y hemos confeccionado los boletines de los espectáculos que están colgados en la página web. Este año nos hemos implicado mucho más y llevamos trabajando con el Festival desde el mes de abril, con una mayor integración gracias a Irene Pardo. Una filóloga que, además, participó en su momento en estas jornadas y, aunque es de Almería, realizó sus cursos de doctorado en la Universidad de Castilla-La Mancha. Por eso hemos tenido una total sintonía y una mayor integración. Que es como debe ser”, señaló González Cañal.
“Ahora comenzamos a preparar las actas de este año para entregar el próximo, pero la preparación de la siguiente convocatoria comenzará en enero: hablar con el Festival, escoger la programación y perfilar su realización. Naturalmente, el Festival debe tener ‘teatro’, ‘obras’, pero no hay tantas compañías que se lancen a montar un texto completo… Otros espectáculos son más fáciles de montar y de vender, y ayudan mucho a la financiación del Festival. Ya en 2019 sacamos a Ana Caro del armario por primera vez y, aunque sólo tiene dos obras, las dos se han representado en Almagro en 2019 y 2023”. Concluye Rafael González con la afirmación de que, “aunque no es comparable a Lope de Vega, que tiene al menos 360 obras registradas, hacemos lo posible por difundir a estas grandes mujeres autoras y casi desconocidas como Caro de Mallén”.