POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Hoy, amigos todos, España está de fiesta, de puente, de patronazgos religiosos… En fin, de celebración y folixa.
¡¡Es la Virgen Inmaculada!! O, mejor aún, ¡La Inmaculada Concepción!
Inmaculadas, Concepciones, Conchas y Conchitas no caben en sí de gozo porque es su Santo.
Para nosotros los colungueses esta fiesta tiene un valor añadido, si bien casi nadie lo conceptúa como tal porque no lo recuerdan. LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARIA, junto con SAN CRISTÓBAL son los patronos de la Villa colunguesa; y no lo es la Virgen de Loreto aunque sea esta la más venerada y celebrada.
La Inmaculada Concepción es advocación mariana muy antigua que, en cierto modo, responde al saludo del Ángel en el misterio de la Anunciación: «Ave, gratia plena, Dominus tecum». Ese calificativo de «llena de gracia» da a entender que María no conoció jamás el pecado y fue concebida, por tanto, sin pecado original.
Esta devoción mariana fue confirmada como dogma proclamado por el Papa Pío IX en 1854 con su Bula Ineffabilis Deus.
Por cierto.
Nuestro paisano el Obispo don Manuel Fernández de Castro, «don Manolín», en los finales del siglo XIX, ·tradujo al bale esta Bula,reeditada por el RIDEA en 1976. Empieza así: «Píu, Obispu, siervu de los siervos de Dios…
¿Y por qué esta celebración el 8 de diciembre?
Pues muy sencillo.
Si la Iglesia celebra la Natividad de María el 8 de septiembre, pues «echando cuentas» deducirán que su madre Santa Ana tuvo que quedar embarazada 9 meses antes: un 8 de diciembre.
España, adelantándose al dogma de la Inmaculada, celebra esta fiesta desde tiempos muy antiguos y ya, con carácter más documental, desde 1644 para conmemorar la «milagrosa victoria» del ejército español, en 1585, contra las tropas holandesas en la batalla de Empel durante la famosa «guerra de los ochenta años». Precisamente, y como consecuencia de este suceso, se autorizó a los presbíteros españoles el uso de ORNAMENTOS AZULES en la misa de este día.
Bueno, bueno… Ahora otra historia.
En 1897 un pastelero de origen cántabro residente en la población granadina de Santa Fe, llamado CEFERINO GONZÁLEZ ISLA, muy devoto de la Inmaculada, decidió crear unos pasteles en honor del Papa Pío IX (Pío Nono) que, de algún modo, recordaran las vestiduras papales: sotana blanca, forma rechoncha y tiara o solideo.
Así nacieron, y siguen vigentes, los PIONONOS DE SANTA FE.
Son bastante similares a las TECLAS que elaboran en la Confitería Cristina, de Lastres.
En Asturias los «piononos» son a modo de canutillos de bizcocho, rellenos de crema pastelera, y recubiertos de azúcar glas con dibujo diagonal de azúcar requemado o hecho con espolvoreo de canela.
Señoras y señores, Colunga está de FIESTA DE LES FABES.
Todos se olvidaron de LA INMACULADA, de nuestra patrona; y a ningún restaurante se le ocurrió ofrecer como postre en este día unos PIONONOS.
Son consecuencias del «OLVIDO HISTÖRICO».