POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
Nuevo curso a la vista, y a la vista quede el desastroso resultado del Plan de Estudios de la denominada Enseñanza Media, junto al gallinero de la primaria, hasta conseguir que una generación, haya sufrido y mantenido media docena de cambios, añadidos y reformas para al final dejar ir eso de los cursos como un convencionalismo que no necesariamente había que tener en cuenta y se podía pasar con dos, con tres o con cuatro asignaturas como la cosa más natural. De otra manera cómo se iban a mantener abiertas ese medio centenar de universidades, de las cuales no he encontrado ninguna entre las trescientas más representativas del ancho mundo en este siglo XXI.
Yo tengo que dar un viva a pleno pulmón al llamado plan del 38 del que soy fruto, con siete años de Bachillerato, con su ingreso y al final con el examen de estado en la universidad del distrito, y aprobado este examen, compuesto de dos partes, una escrita: Matemáticas, Latín y Redacción, y aprobada esta parte, examen oral de Ciencias y Letras. Aprobada la Reválida, quedaban abiertas todas las facultades y escuelas especiales salvo Arquitectura y Caminos que siguieron manteniendo un examen de ingreso, dadas sus particularidades.
Dada la triste experiencia de estos treinta años, los que hemos pasado más de cuarenta años en las aulas de la Primaria y la Media, sentimos ese agobio desconcertante que delicadamente observamos en nuestros nietos y no entendemos, que la enseñanza Primaria y Media no este única y exclusivamente centralizada y con unos esquemas claros de programas y temarios únicos, fundamentales y básicos.
La chismología, la gracia pura y dura de que un adolescente en sus primeras etapas no conozca lo más elemental de la Geografía de su patria, se entiende con toda claridad cuando a esa patria la han reducido al chiringuito de los amigos del abuelo. Es muy triste seguir pero ya estamos viendo hacia donde vamos, y la historia no es una profecía, pero suele avisar con cierto tiempo hacia donde lleva.
Recuerdo aquellas notas didácticas y de psicología infantil relacionadas con la dificultad de la materia, el cansancio del alumno y las horas, todo magníficamente estructurado en el horario escolar. Hoy me pierdo a la hora de intentar seguir el ritmo establecido y cuando pregunto la contestación es una mirada vacía, me sobra y pongo fin al intento. No es del desorden donde ha brotado nada aprovechable en la escuela. Feliz curso y a mejorar.
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