POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA.
Como cronista oficial, he asistido a la Comisión de Calles del Ayuntamiento de Murcia, donde junto a todos los partidos municipales y el gran escritor e investigador Santiago Delgado, por la Real Academia Alfonso X el Sabio, Murcia, se aprueban las nuevas denominaciones. La norma general es no renombrar ninguna calle histórica. Y, a veces, no es fácil detectarlas. Por ejemplo, la calle Albacete, que no hace referencia a la ciudad, sino a una ilustre familia murciana. O la calle Cayuelas y el Callejón Burruezo. En total, unas setenta incorporaciones al callejero, entre ellas algunas que me llenan de alegría, como el jardín dedicado a la memoria de la gran Pepi Noguera López. U otro para mi querido amigo el escultor Pepe Hernández Navarro. O el catedrático Antonio Peñafiel.
Enhorabuena a los vivos y a los familiares de quienes se nos fueron y el Concejo honra de forma tan merecida. Ya pertenecen a nuestra historia.