POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ
El número 3.388, del diario Correo de la Mañana, publicaba en su tercera página la constitución del Comité de la Unión Patriótica en Montijo. Eran tiempos de la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). En 1924, Primo de Rivera fundó la Unión Patriótica, partido único y personalista que sostuvo la Dictadura. Este es el texto que escribía el corresponsal montijano con motivo de aquella creación: “En el día de ayer, 15 de enero de 1925, a las dieciocho horas, se celebró en el salón de sesiones del Ayuntamiento una magna reunión presidida por el señor alcalde constitucional -Juan Gragera Quintana-, donde concurrieron todos los prestigiosos elementos de la localidad, con objeto de nombrar el Comité de la Unión Patriótica. Por unánime aclamación fueron elegidos para desempeñar sus respectivos cargos los señores siguientes: Presidente, Juan Gragera Quintana. Vicepresidente, Pedro Quintana Gragera. Vocales: Diego Alonso Codes, Juan Bautista Gragera, Francisco Merino Rodríguez, Juan María González Terreros, Félix Lozano Pérez, Federico Thomas Núñez, Francisco Rodríguez Cavero, Juan Pinilla y Jorge Pérez del Bosque.
Mucho tiempo hace -y esto nos consta-, decía el corresponsal, que el señor delegado gubernativo del partido judicial de Mérida trabaja con tal objeto, y hoy día, gracias a la constante perseverancia de tan ilustre jefe, cuenta el pueblo de Montijo con la organización patriótica, la cual, de seguro, nos traerá la ansiada tranquilidad que con motivo de los diferentes sectores que hasta ayer reinaron, existía en la localidad, donde siempre la paz y la fraternidad fue su lema. Por una vez más nos complacemos en felicitar al señor delegado, Luis Baeza Martínez, a quien todo el pueblo de Montijo debe fervientes y espontáneos favores, dado su extremado celo e imparcialidad sobre los asuntos de vital interés”.
CORPORACIÓN MUNICIPAL
La Corporación Municipal de Montijo, en la fecha reseñada, estaba constituida por el alcalde, Juan Gragera Quintana; primer teniente de alcalde, Manuel Zúñiga; concejales: Juan María González, Antonio Cabezas, Joaquín Thomas, Juan Soltero, Juan Durán, Carlos Thomas, Francisco Calero, Antonio Agudo, Fernando Mendoza, Benito Capote, Casto del Viejo, Sebastián Gabardino y Miguel Merino.
Juan Gragera Quintana, alcalde primorriverista de Montijo, fue nombrado el 9 de abril de 1924, era natural de La Nava de Santiago, donde también fue alcalde (1910-1912), junto con algunos de sus hermanos, Gumersindo (1914-1918; 1922-1923; 1931-1932), Vicente (1927-1930) y Francisco (1930-1931), adictos a la derecha monárquica. Juan Gragera Quintana volvió a la alcaldía de Montijo en 1930, firmando un convenio entre el Ayuntamiento y el Centro Obrero, representado por el socialista Sebastián Gabardino, estableciendo un salario mínimo y dando preferencia a los obreros vecinos en detrimento de los forasteros. Se casó en Montijo con un miembro de la familia Barragán, viviendo en la casa de esta familia (notables labradores) en la Plaza de España, hoy Ibercaja (Caja Badajoz).
DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA-LA UNIÓN PATRIÓTICA
El 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera (1870-1930), dio un golpe de estado. El gobierno del general Primo de Rivera abrió un periodo marcado por la suspensión de las garantías constitucionales, la prohibición de otras lenguas que no fuesen el castellano, la disolución de las diputaciones provinciales y la censura de prensa. En 1924, fundó la Unión Patriótica, partido único y personalista que sostuvo la Dictadura.
Los miembros de la Unión Patriótica lo conformaban conservadores, mauristas, tradicionalistas, católicos y monárquicos. El partido llegó a tener un millón de afiliados en su mejor momento, cifra nada desdeñable, pero solamente un minoría se integró por genuinas razones ideológicas. Muchos de sus miembros eran funcionarios o militares que se afiliaron para proteger o medrar en sus trabajos o carreras. También hubo un sector de campesinos y pequeños comerciantes que pretendían defender sus medios de vida.
Dos meses después del golpe, Melquíades Álvarez y el conde Romamones, presidentes del Congreso de los Diputados y del Senado respectivamente, visitan al Rey para recordarle su obligación de convocar Cortes. Alfonso XIII se limita a darse por enterado, mientras el Directorio destituyó a ambos presidentes. Durante la Dictadura se vive una cierta mejora económica, se realizan reformas administrativas y se logra apaciguar el territorio marroquí tras el desembarco de Alhucemas y la rendición de Abd-el-Krim.
La dictadura de Primo de Rivera aspiró durante los primeros años a una serie de logros sociales y económicos, incluso con la participación de los socialistas en algunas instituciones como el Consejo de Estado, pero las crisis económicas (depresión de 1929) y las alteraciones sociales la llevan a un aislamiento progresivo. Los logros fueron recogidos en la obra Barógrafo de un lustro en la provincia de Badajoz (1923-1928).
A finales de 1929, Primo de Rivera se siente cansado, abandonado y enfermo. Presentó su dimisión en enero de 1930 y falleció en París en marzo de ese mismo año. La Asamblea Nacional finalizó el 6 de julio de 1929. La ambigüedad corporativa de este periodo termina con las elecciones municipales de 12 abril de 1931, convocadas por un gobierno de concentración presidido por el Almirante Aznar, que dan paso a la convocatoria de unas Cortes Constituyentes. Comenzaba así la II República.
NOTA. La bandera upetista de Montijo (Unión Patriótica) se conserva en el Archivo Histórico del Ayuntamiento de Montijo.