POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
Ayer estuve en Mérida con algunos amigos de la chirigota “Cazurros Romanos Mérida”: Antonio, Godo, José Mari, Félix y Manolo Vaquero. Las imágenes lo dice casi todo. Llevo desde el año 2006, sin faltar, colaborando en la revista que editan con motivo del Carnaval Romano. Este año, el director de la publicación me volvió a pedir colaboración literaria ¿Verdad, Antonio Anuska? Ayer me la entregaron. Lleva por título “Muchos EPIS y poco Blas”. De los tres artículos que he firmado: Bien despachao y bien pesao, Maestro, ese niño está de matanza (dedicado a los componentes de los Cazurros que sacrificaron un cochino de treinta y cinco arrobas en Guareña) y ¡Como no podía ser de otra manera! Me quedo con el último que he dedicado a Manolo Vaquero, uno de sus componentes.
Reproduzco parte de su texto: “Dicen que una buena carcajada es de las cosas dignas de estimar en este mundo. Y es que el Carnaval produce tantas que te puede dar una perpejía, a causa del virus saludable de la guasa que te inunda por los cuatro costados. Son tantos los temas desde que apareció el covid del hoy más que ayer, pero menos que mañana, que enumerarlos nos llevaría cienes y cienes de páginas. Ejemplo: “Desde el no salgáis de casa. Estamos en ello. Al me he envacunao, chacha. Hasta el actual de no nos queda mili con este bicho”.
Acudo al Coso de la Carrera de San Jerónimo, en la Capital del Reino de España. Afirman que es el Coso de la Palabra y, ciertamente lo es. Recurro a los ejemplos que nos dan sus señorías en la verborrea ardua de su afanoso debate: Hay que identificar los canales y los proyectos más idóneos con el fin de aunar la acción de los distintos niveles desde una perspectiva de medio plazo, que complementa todas las medidas puestas en marcha para agilizarlas. ¡Como no podía ser de otra manera!
También hay que decir que hay carencias por abordar, principalmente en relación con la plena conectividad por las competencias, hacia la implementación de un eje transversal con un despliegue de planes estratégicos. Paralelamente, se trabajará en la dirección de corregir la segmentación y la dualidad en la infraestructura sostenible, en un plan de choque de movilidad, segura y conectada. Y así vamos hacia un paquete equilibrado, pilar fundamental de la adaptación al sistema con fortalezas evidentes. ¡Como no podía ser de otra manera!
Lo más urgente es asegurar la formación de los colectivos. Además del aumento de la productividad, permitiendo acercar los servicios al conjunto de la población. La reducción del déficit estructural es un elemento claro de sostenibilidad a largo plazo, se retomará una vez se alcance un crecimiento sostenido. La puesta en marcha se ha diseñado desde el pleno convencimiento que la consistencia es un principio fundamental que va más allá de la fase de planificación y debe asegurarse también en la fase de ejecución. La responsabilidad principal de las estimaciones corresponde a los responsables de cada uno de los componentes. ¡Como no podía ser de otra manera!
En esta situación, doce de la mañana, la presidencia concede la palabra a un asistente que está en las andanadas del Coso de San Jerónimo. “Identifíquese. Ahora mismo. Soy Manolo Vaquero, componente de los Cazurrearum Romanorum Emeritensis”. Les voy a hablar a sus señorías del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que los retirados legionarios romanos acometieron en Emérita Augusta.
Eran las nueve de la noche, apunta Antonio Anuska, nueve horas de intervención, y Manolo Vaquero seguía hablando de la piedra de Carija, la cal de La Zarza, el mármol de Estremoz, los ladrillos de los Milagros, el puente romano, la arena y los leones del Anfiteatro, la Charca de Proserpina, la Casa Mitreo y los Bodegones. Sus señorías estaban extenuados de la oratoria de Manolo. Y cuando había terminado con Emérita e iba a informarles de los beneficios del Corredor Ferroviario, la presidencia dijo: “De trenes no nos hable usted, señor Vaquero”. ¡Como no podía ser de otra manera!
NOTA. Los Cazurros, en 2023, cumplen 40 años de historia. Se han hecho mayores. 40 años pasa factura por el desgaste del tambor de la lavadora. Pero los años no impiden las ganas de divertirse y convivir de manera saludable con humor del bueno ¡Como no podía ser de otra manera!