¿CÓMO QUE PERO SIN EMBARGO?
POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS).
“Pero sin embargo” nos invade. “Las ovejas pasan su vida temiendo al lobo, pero sin embargo es el pastor quien se las come”. Cada expresión adversativa es completa en su propio sentido y suficiente; basta con elegir una (pero, empero, no obstante, sin embargo, mas, si bien, aunque, con todo, por el contrario) y, a continuación, contraponer el concepto que nos interese. La enojosa unión de dos locuciones adversativas, más que énfasis, redunda malamente, restringe lo restringido, pone peros al pero, o, lo que es más grave, se opone a lo que se opone, excluye lo que se excluye, es un volverse atrás, un desdecirse porque menos por menos es más.