COMUNICADOS DEL MÁS ALLÁ. POR NICOMEDES. SOBRE MIGUEL AGUSTÍN PRO PARA EL INQUILINO DE PALACIO
POR ÓSCAR GONZALEZ AZELA, CRONISTA DE LAGOS DE MORENO (MÉXICO)
Señor: qué pena lo que ocurre en México en torno a la injusticia y la barbarie, que en mis lejanos tiempos se vivían por los excesos de rigor por parte del gobierno, hoy por la omisión evidente de acciones, siempre, en contra de nuestro pueblo.
Creo Presidente, que sus conocimientos de historia siempre bajo prejuicios y complejos, no le bastan para vislumbrar las consecuencias del asesinato de mis dos hermanos en la sierra tarahumara, que serán mucho más graves que las del asesinato del Cardenal Posadas ocurrido hace casi treinta años.
Los jesuitas se han caracterizado por su dedicación hacia los más pobres, más en la acción que en el discurso, prueba de ello el lugar en que fueron victimados Gallo y Morita, como eran cariñosamente llamados esos miembros de la Compañía de Jesús.
La semilla sembrada por los jesuitas en México fertilizó al país desde antes del inicio de la Guerra de Independencia; su vocación redentora va desde entonces hasta La Cristiada, tiempo en que fui fusilado sin juicio de por medio, cuando las puertas del patio de la estación de policía permanecieron cerradas para evitar la presentación del amparo que salvaría mi vida, como si algo presagiara ya la amarga frase de que “no me vengan con aquello de que la ley es la ley”.
La influencia de la visión inspiradora de los jesuitas se cierne hoy desde las altas selvas de Chiapas en donde usted jamás ha sido bien visto, hasta la sierra de los tarahumaras en donde su actitud farsante e indolente ha permitido el crecimiento del crimen organizado, hoy totalmente desbocado y mucho más brutal del que padecimos por parte del ejército en mis lejanos tiempos.
Por lo pronto, parafraseando al Caballero Andante: “Con la iglesia ha usted topado”. Sepa que la Compañía de Jesús, pronta a cumplir medio milenio de existencia, jamás ha sido amedrentada ni cooptada a pesar de las expulsiones de sus integrantes e intentos de extinción para la orden por parte de Emperadores y Papas, no de charlatanes emergentes llegados al poder como producto de las circunstancias que cayeron en México como una tormenta perfecta.
El Papa Francisco -nuestro primer hermano jesuita llegado al trono de San Pedro- ya alzó la voz, las organizaciones internacionales de derechos humanos harán lo propio -la de México no moverá un dedo por obvias razones-; caerá luego el maquillaje de Morena -nombrada así a manera de La Guadalupana- bajo la que se formó su movimiento y la gente que vea a su corcholata favorita paseando con sus pantalones colorados adornados con la Virgen de Guadalupe haciendo el uso, prohibido por cierto del símbolo -como usted lo hace de todo y de todos-, tomará sana distancia de ella.
Por último, espero no se incomode el que los medios se refieran a estos lamentables sucesos, como ocurrió en abril de 2005 cuando reclamaba que se diera mayor cobertura a la muerte de Juan Pablo II que a su persona; menos nos vaya a salir con un “ya chole con los jesuitas” como lo hizo con tu cómplice y amigo Salgado Macedonio. Indignadamente: Miguel Agustín Pro Por favor, no vaya a decir que mi apellido “Pro” significa que estoy a favor suyo, le conozco.
FUENTE: O.G.A. https://www.facebook.com/oscar.gonzalezazuela