POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Carnavales, días de pote, de fabadas, de chuletones a la plancha, de churrascos a la brasa, de callos picantones… ¡qué sé yo!

Como escribía Eva González contando el «antroidu» del suroccidente asturiano: «Achigou l´Antroidu, madre, / cuecha de la gabiteira / tsinguanizas ya butietsus, / el toucin ya las murcietsas…».

Buen comer con un final de impaciencia: «¿Qué será lu que you tengo? / ¿Qué butse pula mio testa? /¿Quién me chama? ¿Quién me emburria? / ¿Quién nun me dexa tar quieta? / Madre, güei tou cumu tsouca, / toi lu mesmu qu´una cuerna; / madre, fiérveme la sangre, / ¿será l´Antroidu que chega?».

Por el suroccidente asturiano y por tierras de Galicia son platos carnavaleros los asados de churrascos a la brasa y los chuletones de buey a la brasa y/o a la plancha.

Cuéntase que en cierta ocasión fue un matrimonio gallego, campesinos ellos, con uno de sus hijos, estudiante en Madrid, a celebrar el Carnaval a un restaurante de Santiago, famoso por su «elegancia y etiqueta». Solicitaron churrasco con guarnición de patatas fritas y el camarero, por halagar al joven, le preguntó: «Para usted, solomillo, ¿verdad?»

Respuesta inmediata del padre: «De sólo millo, nada; churrasco como a los demás y el millo lo agrega con otras verdurinas a las patatas fritas».

El millo, en Galicia, es nombre que se da al maiz y, claro, ofrecer como plato importante solamente millo (sólo millo ) era como ofensivo.

Buena mesa, buen mantel,… ¿será l´Antroidu que chega?