POR JOAQUÍN MUÑOZ CORONEL, CRONISTA OFICIAL DE ALMAGRO (CIUDAD REAL).
El grupo sevillano protagonizó el cuarto concierto de la XXIX Edición
El último concierto de Alarcos (de esta XIX Edición, naturalmente), estuvo a cargo del grupo sevillano ‘Sephardica’, compuesto por las siguientes cuatro personas Emilio Villalba, Sara Marina, Irene Isaura y Patry Cruz. Emilio y Sara como instrumentistas, e Isaura y Patry como cantantes. Y no debe extrañarnos que sean dos mujeres las cantantes, porque toda la tradición oral y musical de los sefardíes, fue celosamente guardada y transmitida de viva voz por las mujeres. De abuelas a hijas y a nietas. Así, algunos de los números interpretados, vienen a ser como un diálogo vivo en las mujeres de dos generaciones, sobre temas principalmente de amor.
No es nueva en Alarcos la participación de Emilio Villalba. El 18 de julio de 2019, y con el grupo ‘Emilio Villalba Trío’ nos presentaba un Programa titulado “Peregrinatio”, ameno recorrido por ‘Música y viajes medievales’. En esta ocasión, ayer día 22, y como cierre del festival de Alarcos, Emilio Villalba al frente de ‘Sephardica’, ofrecía un proyecto tan sugestivo como “Las mujeres que conservaron nuestra música”. Porque la mujer tuvo un papel fundamental en la difusión y conservación de la música sefardí, conjunto de canciones tradicionales que han conservado las comunidades de judíos exiliados de la Península Ibérica, a la que llamaron Sepharad.
‘Sephardica’ es un proyecto musical dedicado a las músicas de tradición andalusí y sefardí, de entre los siglos XI al XVI, creado en Sevilla por Emilio Villalba y Sara Marina, que llevan a escena una recopilación de las músicas más bellas conservadas, interpretadas tal y cómo se hacía antaño, y con instrumentos históricos: adufes, rabeles, laúdes, guitarras, salterios, clavisimbalum… Una música con raíces medievales, que se fue transmitiendo de forma oral, absorbiendo con el paso del tiempo diversos estilos musicales… los de las zonas geográficas donde se fueron asentando los sefardíes por el Mediterráneo, Norte de África, Los Balcanes, Grecia, Turquía… e incluso en la América hispana. Canciones de amor, romances y nanas, que se transmitieron de generación en generación a lo largo de los siglos.
UN AMPLIO RECORRIDO
De Roncesvalles a Santiago, de Medina a la Meca, de Roma a Jerusalén… Estos caminos, transitados por gentes de aquí y de allá (artesanos, guerreros, frailes, monjas, estudiosos, burgueses, doncellas, caballeros, juglares, trovadores…) hacen que las ideas, pensamiento, arte y avances científicos fluyan de oriente a occidente y viceversa. El presente concierto ha puesto en escena, una selección de las músicas que se interpretaban y escuchaban por las viejas rutas de la Europa Medieval.
Canciones de trovadores; danzas que bailaban los peregrinos en las largas noches del camino; músicas del Codex Calixtino, el primer libro europeo que nos habla del Camino de Santiago; alguna jarcha mozárabe, recogida en la ruta que subían los cristianos de Al Andalus por la ‘Ruta de la Plata’; canciones sefarditas que la comunidad judía traía desde Jerusalén… En suma, un repertorio musical lleno de colorido y mestizaje: desde la algarabía de una danza bretona, hasta el misticismo de la música sufí… Casi todo está en ‘Sephardica’, y casi todo estuvo anoche en Alarcos.
En 2017 crearon la ‘Fundación Instrumentos Musicales con Historia’, que tiene como fines la investigación, recuperación, valorización y difusión de la música antigua, y que organiza Encuentros, Exposiciones y Festivales con su Colección de instrumentos históricos. Pero la pasión de Emilio y Sara por la música antigua, va más allá de la interpretación musical, realizando la grabación y producción de todos sus videoclips… Y también realizando el diseño gráfico de sus proyectos, buscando siempre un producto artístico con identidad propia.
Otra de las pasiones de Emilio y Sara, es el diseño gráfico e ilustraciones basadas en la estética medieval, que han realizado a lo largo de estos años: carteles, postales, cuentos, portadas de discos… E incluso disponen de productos artesanales en su propia tienda, con diseños únicos de bolsos hechos a mano con ilustraciones originales de Emilio Villalba, de música y de temática medieval. Su último trabajo discográfico es ‘La Pequeña Juglaresa’, proyecto de música medieval para niños, que Emilio y Sara expusieron a los niños ayer sábado, en los Jardines de El Prado pasadas las doce del mediodía.
ESTO ES SEPHARDICA
Como músicos multiinstrumentistas y coleccionistas de instrumentos musicales, Emilio Villalba y Sara Marina, han reconstruido con la ayuda de luthieres más de 65 instrumentos históricos, convirtiendo sus espectáculos en un auténtico museo sonoro en escena: violas, vihuelas, salterios, zanfona, clavisimbalum, organetto… Conciertos en los que conjugan música, teatro y narrativa y donde los instrumentos son los auténticos protagonistas
COMPONENTES
-Emilio Villalba: Dirección musical, laúd, zanfona, vihuela de péñola, salterio, santur, guitarra morisca, viola, viola de arco, arpa, guitarra medieval.
-Sara Marina: Clavisimbalum, pandero, adufe, bendir, riq, darbouka.
-Irene Isaura: Canto
-Patry Cruz: Canto
EL PROGRAMA
Vientos del mar caspio. (Trad. / Cemil Bey)
A la una yo nací. (Trad. Sefardí)
Morena me llaman. (Trad. Sefardí)
Danza de los ciegos. (Emilio Villalba)
La Rosa enflorece / Uskudara. (Trad. Sefardí)
Hija mía mi querida. (Trad. Sefardí)
Por qué lloras blanca niña. (Trad. Sefardí)
Los guisados de la berenjena. (Trad. Sefardí)
Cantemir VII. (Dimitrie Cantemir)
Romance de Abenámar. (Trad. Andalusí)
Estambul. (Trad. Mediterráneo)
La cantiga de fuego. (Trad. Sefardí)
Durante la amena función, pudimos escuchar calurosos aplausos en una noche igualmente cálida, y más de un “bravo”, lo que evidencia que el grupo ‘Sephardica’ entusiasmó al público. Bromeó Emilio Villalba con el calor, algo más llevadero que el de la Sevilla donde se ubica la formación. Por supuesto, muchas de estas melodías, tienen un nuevo valor, si conocemos el texto y el contexto con que se ha ido transmitiendo de generación en generación. Y sí fue. Acaso llamaron más la atención ‘Los guisados de la berenjena’, ‘Hija mía querida’, Romance de Abenámar’, o ‘Abrisme galanica’.
Una docena de interesantes piezas, con un bis final que prolongó el concierto por espacio de hora y media, y en el que pudimos valorar las dotes didácticas y ‘muchas tablas’ que tiene Emilio Villalba. Antes de que llegase el final, Villalba interactuó con el público e hizo un juego de palabras con la admiración ‘Ohhhhhh’ para expresar la sorpresa y decepción por la terminación del concierto. Por su parte, el público coreó y palmeó acompasadamente una pieza cantada en mozárabe y romance, y que contiene la palabra ‘habibi’, que como sabemos, significa cariño y amor.
Con la participación entusiasta de la sala, se dio por terminado el concierto. Luego vino la exposición y observancia de los instrumentos, la compra de discos, la firma de autógrafos… y la nostalgia de pensar que se acabó la XIX. Habrá que esperar, por tanto, a la XX Edición del ‘Festival de Música Antigua y Medieval de Alarcos’. Uno de los pocos que ha logrado superar ya los veinte años.